El secretario de Estado Mike Pompeo, junto al ministro de Asuntos Exteriores británico Dominic Raab en el Departamento de Estado. AP

El objetivo de que el Reino Unido abandone la Unión Europea el 31 de octubre con o sin acuerdo, como sostiene el primer ministro británico, Boris Johnson, obliga a Londres a acelerar un acuerdo comercial con Estados Unidos. El ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, se reunió el martes por la noche con el presidente de EE UU, Donald Trump, en la Casa Blanca para hablar sobre la relación de ambos países después del Brexit. El republicano había dicho, en su visita a Londres en junio, que está dispuesto a firmar un tratado “tremendo y fenomenal”, que multiplicaría “por dos o por tres el flujo comercial” entre los dos países. Sin embargo, parece que Trump le ha puesto freno a esas intenciones. Raab, al salir de la cita, sostuvo que “habrá mucho trabajo por hacer si queremos que [el tratado] se cumpla”.

El Reino Unido no esconde sus intenciones. “Estoy decidido a impulsar nuestras relaciones económicas con socios no europeos”, explicó el ministro británico sobre sus visitas a EE UU, Canadá y México, programadas para esta semana. Con el reloj en contra, el tratado comercial con Washington se ha tornado sustancial para Londres y por eso Raab, el jefe de la diplomacia británica desde hace un mes, no tardó en agendar un encuentro con el mandatario estadounidense para discutir el paso siguiente en sus relaciones.

“Hablamos sobre todas las cosas que queremos hacer juntos después del Brexit con la mirada puesta en el Reino Unido. Si se negocia un acuerdo de libre comercio, habrá mucho trabajo por hacer si queremos que eso se cumpla, pero hay un gran apetito en ambos lados para lograrlo”, sostuvo Raab tras la reunión con el mandatario en Washington. “[Trump] Se mostró efusivo y cálido al hablar del Reino Unido”. Este miércoles el diplomático británico sostuvo un encuentro con el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, quien se mostró optimista con la relación bilateral después del Brexit: “Estados Unidos estará en la puerta, con la pluma en la mano, listo para firmar un nuevo acuerdo de libre comercio lo antes posible”.

El martes, el ministro británico de Asuntos Exteriores también se reunió con el vicepresidente estadounidense Mike Pence, para discutir la alianza entre ambos países sobre seguridad y la defensa del sistema internacional. “Mantuvimos conversaciones de gran alcance sobre China, Irán y el enorme potencial para un acuerdo comercial posterior al Brexit”, escribió Raab en Twitter. Durante la jornada, el exsecretario del Tesoro de EE UU durante la presidencia de Bill Clinton, Larry Summers, afirmó a la BBC que, fuera de la UE, “el Reino Unido no tiene influencia, está desesperado… necesita un acuerdo muy pronto”. Además, agregó que el escenario actual no es favorecedor: “[EE UU] tiene un conflicto económico con China y el deterioro de la libra va a complicar aún más el panorama de las negociaciones”.