El plan anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para apoyar la economía a través de la banca de desarrollo podría tener implicaciones negativas para las instituciones de ese sector y a mediano plazo para las finanzas públicas, de acuerdo con expertos.
El anuncio para reactivar a la economía contempla 485 mil millones de pesos, de los cuales 270 mil millones de pesos serán financiados por la banca de desarrollo a las MiPymes, especialmente por el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y Nacional Financiera (Nafin).
Felipe Carvallo, analista de la calificadora Moody’s Investors Service, advirtió que el plan pone en riesgo la calidad de los activos de los bancos de desarrollo, debido a la debilidad de las perspectivas económicas.
“Aunque no esperamos que el crecimiento de la cartera de préstamos y garantías supere el 10 por ciento durante 2019, expondrá a ambos bancos a un grupo de empresas que se verán más afectadas por el debilitamiento de las perspectivas económicas de México”, dijo Carvallo.
Por otra parte, Edward Glossop, economista para Latinoamérica de Capital Economics, señaló que el estímulo presentado por el secretario de Hacienda Arturo Herrera, aumenta los riesgos fiscales a mediano plazo, pues la entrada del funcionario es el preludio de una política fiscal más flexible.
Glossop destacó que si bien el paquete no debería tener un gran impacto en las cifras fiscales ‘tradicionales’ en las que se centran los mercados, como el presupuesto federal (que excluye las pérdidas o ganancias de la banca de desarrollo), ya que se sigue esperando un superávit primario este año, en la medida más amplia de las finanzas públicas si habrá un deterioro.
“Estimamos que el requisito de endeudamiento del sector público aumentará del 2.3 por ciento del PIB el año pasado, a alrededor del 3 por ciento del PIB este año”, indicó.
Además, el especialista dijo que ahora se esperan más medidas de estímulo, lo que aumentaría la deuda pública de manera ‘más marcada’.