Un hombre sostiene el cadáver de un niño asesinado cuando el autobús en el que viajaba pisó una mina y mató a más de treinta personas, todas civiles. HOSHANG HASHIMI AFP

Al menos 35 personas han muerto y otras 27 han resultado heridas por la explosión este miércoles de una mina que se ha activado al paso del autobús en el que viajaban en una carretera en el oeste de Afganistán, según el portavoz del Palacio Presidencial, Sediq Sediqqi, que calificó el suceso de una “masacre perpetrada por las minas de los talibanes”. La explosión se ha producido hacia las 6.00 de la mañana (las 3.30 hora peninsular española) en la provincia de Farah, cuando el autocar “repleto de pasajeros” ha pisado y detonado la mina en una carretera que une el oeste y sur del país, según ha afirmado el portavoz de la Policía provincial, Muhibullah Muhib.

“Todas las víctimas de este suceso son civiles, incluidas mujeres y niños”, subrayó Sediqqi. Este martes, la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) reveló un informe en el que denunciaba que el número de civiles muertos en la primera mitad de 2019 asciende a 1.366 fallecidos y 2.446 heridos. Según la UNAMA, el objetivo de “víctimas cero”, acordado este mes en Doha durante las conversaciones entre representantes estadounidenses, de la sociedad afgana y de los talibanes, está aún lejos de alcanzarse.

De los fallecidos en 2019, el mayor número, 717, se debió a acciones de las fuerzas afganas e internacionales. Los fallecidos a manos de grupos insurgentes como los talibanes y el Estado Islámico son 531, una situación inédita desde que comenzaron a recopilarse estos datos en 2009, ya que se ha reducido. Entre los motivos del descenso en el número de víctimas por parte de acciones insurgentes está una reducción del uso de artefactos explosivos, que aún representan el 28% del total, con 206 muertos y 859 heridos, de acuerdo con el informe.

Tras casi dos décadas de conflicto, Afganistán se encuentra sin embargo en una etapa de cierto optimismo debido al avance de las negociaciones entre representantes estadounidenses y los talibanes, que insisten en la necesidad de que EEUU retire sus tropas cuanto antes del país para que el diálogo de paz entre en una nueva fase.