De prohibirse el uso de la fractura hidráulica o fracking, Pemex deberá renunciar a la explotación y producción de crudo en 115 de sus asignaciones, según cifras de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Se trata de poco más de una cuarta parte de las 413 asignaciones que se le dieron a la petrolera durante la Ronda Cero en 2014.
La petrolera utiliza esta técnica, explicaron expertos, tanto en yacimientos convencionales y no convencionales, principalmente en zonas como Tampico-Misantla y la Cuenca de Burgos, en Tamaulipas.
Pemex produce cerca de 195 mil barriles diarios de aceite con esta técnica, según la CNH. Se trata de cerca del 12 por ciento de la producción de la petrolera, si se toma en cuenta la producción promedio que ha reportado Pemex este año, de un millón 670 mil barriles diarios.
“Ahorita en realidad la producción (vía fracking) es una parte mínima, porque lo están ocupando a la ‘antigüita’, sin un enfoque en la producción, pero sí hay producción, es una herramienta más (…). Si quieres llegar a los 2.4 barriles como se ha anunciado necesitas de todo un poco”, dijo Adrián Calcaneo, director de Midstream y Líquidos de IHS Markit.
En 2018, la petrolera utilizó la fracturación hidráulica en 181 pozos, la mayor cantidad en cuatro años, según información otorgada a este medio vía Transparencia.
Este método ha sido criticado en repetidas ocasiones durante este sexenio, tanto la Secretaría de Energía, como el presidente de la República han asegurado que Pemex no usará este método para la obtención del hidrocarburo.
Recientemente, el senador Martí Batres presentó una iniciativa que busca prohibir el uso de la fractura hidráulica en nuevos campos, así como cancelar su uso en aquellos proyectos que ya lo utilizan.
La iniciativa presentada por el senador de Morena ya fue turnada en días pasados a las comisiones de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático y de Estudios Legislativos Segunda del Senado.