Mick Jagger, el pasado sábado en Ontario (Canadá). FRED THORNHILL AP

Mick Jagger tiene que estar cerca de un médico cuando está en el escenario, al que ha regresado pocas semanas después de haber sido operado del corazón. Ello se debe a los requisitos del seguro. El cantante, de 75 años, está teniendo una recuperación espectacular después de una operación en la que se le reemplazó de válvula cardíaca el pasado mes de abril. Una fuente informó al Daily Mail de que toma un puñado de vitaminas todos los días y que sigue una dieta baja en sodio.

The Rolling Stones se vieron obligados a posponer sus conciertos en Norteamérica después de que se supiera que el líder de la banda necesitaba una cirugía que le salvara la vida. La gira se reanudó el fin de semana pasado en Chicago después de que Jagger se recuperara bastante rápido de la intervención. Sin embargo, los requisitos de seguro señalan que un especialista del corazón tiene que estar ahora a pocos metros del cantante cada vez que esté en el escenario.

Una fuente de la banda señaló al medio británico: “Siempre ha habido un médico de gira con la banda, eso es un requisito de cualquier gira importante, especialmente teniendo en cuenta las edades de los miembros del grupo”. Y añadió: “Pero ahora que Mick se ha sometido a una cirugía de corazón, también hay un cardiólogo allí, solo para él. La compañía de seguros lo exige en caso de que ocurra algo”.

El cantante tiene su propio gimnasio instalado en una suite al lado de su habitación de hotel. “Mick hace pesas libres y tiene máquinas cardiovasculares”, dijo la fuente. “Lo complementa con otros ejercicios como pilates y boxeo”.

Jagger también viaja con un chef privado que le cocina comida orgánica. “Mick siempre ha comido muy sano pero sigue una dieta baja en sodio debido a sus problemas. También toma un puñado de vitaminas todos los días y nunca se le ha visto ni ha sonado mejor.

En primavera de 2018, la banda se preparaba para arrancar su gira europea en Dublín. La principal noticia con respecto a aquel primer concierto la dio el director de producción del tour, Dale Skjerseth: no iba a haber alcohol, ni antes, ni durante, ni siquiera después del concierto para ninguno de los integrantes del grupo. Ni una gota. “Tocar en directo es su arte y quieren hacerlo bien. Son muy profesionales”, comentaba Skjerseth, quien ha trabajado con bandas como Guns N’ Roses o AC/DC. Pero el corazón le jugó una mala pasada a Jagger.