El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) presentó un avance de 0.26 por ciento anual con base en cifras ajustadas por estacionalidad durante abril, lo que representó su menor nivel de crecimiento para un periodo similar desde 2009, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las cifras dadas a conocer por el órgano estadístico permiten dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía en el corto plazo, por lo que son consideradas como un ‘PIB mensual’.

De manera desagregada, se observó que las actividades secundarias (industria) continúan siendo el principal lastre para la economía mexicana, ya que con la caída de 0.39 por ciento anual registrada en abril, acumularon siete meses consecutivos de contracciones.

Al interior de la industria, la minería fue la actividad económica más afectada, al reportar una disminución de 8.16 por ciento anual, aunque las ‘utilities’ y la construcción también pisaron terreno negativo, al registrar contracciones de 1.59 y 1.49 por ciento, respectivamente.

A su vez, la industria manufacturera fue el componente que se encargó de ‘salvar el barco’ durante abril, ya que presentó un crecimiento anual de 3.1 por ciento, su mayor nivel desde octubre de 2018.

Por otra parte, el sector servicios, principal motor de la economía mexicana, mostró un dinamismo de 0.5 por ciento anual, derivado del incremento observado en cinco de los nueve componentes que lo integran.

De manera particular, el comercio minorista creció 4.23 por ciento anual (su mayor incremento en cinco meses), seguido de los avances reflejados en los servicios financiero y de seguros (1.14), los de salud y asistencia social (0.79), los de esparcimiento (0.45) y los enfocados en transportes, correos y almacenamiento (0.32).

Las actividades primarias (ganadería, pesca, agricultura, entre otros) reportaron una desaceleración, al registrar una variación de 1.85 por ciento a tasa anualizada, su nivel más bajo desde octubre del año anterior.

En la variación mensual, el IGAE prácticamente mostró un estancamiento, al registrar un ligero incremento de 0.1 por ciento, derivado de las contracciones observadas en el sector primario (2.6 por ciento) y terciario (0.3 por ciento), pero de un alza de 1.5 por ciento en las actividades secundarias.