Las negociaciones salariales de mayo resultaron en un incremento de 5.9 por ciento, mayor al 5.0 por ciento del mes previo, de acuerdo con los registros de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Con esta cifra, el incremento promedio entre enero y mayo se ubicó en 5.8 por ciento, la cifra más elevada desde el 2002.

En términos reales, descontando la inflación, el incremento es de 1.6 por ciento, que se compara favorablemente con el 0.2 por ciento del mismo periodo de 2018, y con la caída de 1.7 por ciento de 2017.

El aumento salarial se explica por el alza en el salario mínimo y por la búsqueda de una recuperación del poder adquisitivo, tras dos años de una inflación elevada, de acuerdo con un reporte de Banorte.

“Seguimos creyendo que el fuerte incremento está explicado en buena medida por el aumento de 16 por ciento al salario mínimo que entró en vigor el 1 de enero”, indica el documento.