El actor mexicano Pablo Lyle se declaró no culpable del cargo de homicidio involuntario del que la Fiscalía de Miami-Dade lo acusó formalmente el pasado miércoles por la muerte de un hombre cubano al que golpeó en una discusión de tráfico.
Lyle, de 32 años, que desde el pasado 9 de abril está en libertad bajo fianza de 50.000 dólares y con una pulsera electrónica, seguirá así por ahora. Será juzgado a partir del próximo 22 de julio por un nuevo cargo de homicidio voluntario, así como por el de agresión, que ya tenía, según el registro judicial de su caso.
El cubano Juan Ricardo Hernández, de 63 años, al que el actor golpeó y dejó inconsciente en una calle de Miami el pasado 31 de marzo, según el vídeo de cámaras de seguridad, murió el 4 de abril en el hospital al que fue llevado después del altercado. Lyle, que fue detenido poco después de los hechos, quedó en un primer momento en libertad condicional con una fianza de 5.000 dólares.
El pasado 2 de abril, el intérprete solicitó permiso para viajar a México para atender compromisos profesionale. La jueza Lisa Walsh, quien después de la muerte de Hernández le ordenó presentarse ante la corte, se lo concedió. Después, el 8 de abril, Lyle compareció ante el juez Alan S. Fine, quien elevó la fianza a 50.000 dólares, ordenó la colocación de una pulsera electrónica y le retiró el pasaporte del actor.
Un informe forense del condado de Miami-Dade difundido el 10 de abril reveló que Hernández murió a raíz de “complicaciones por trauma contundente en la cabeza”. El escrito del médico forense indicó “homicidio” como probable causa de la muerte del hombre.
Lyle, conocido por telenovelas como Mi Adorable Maldición o La sombra del pasado, y que ha protagonizado una película — la producción mexicana Mirreyes contra Godínez— está casado con Ana Araujo, con quien tiene un hijo. Su defensa alega que “no tuvo intención de matar a nadie”. Lyle iba camino del aeropuerto de Miami en un vehículo que conducía su cuñado, Lucas Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil que llevaba Hernández, quien en un semáforo se bajó de su automóvil para recriminar a Delfino por una maniobra al volante. En medio de esa discusión, Lyle salió del coche y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
La próxima audiencia ha sido convocada por el juez Alan Fine, del circuito judicial undécimo de Miami-Dade, para el 11 de julio. Según medios televisivos hispanos, esa próxima audiencia servirá para evaluar la situación en la que se encuentra el caso y para dar la oportunidad tanto a la acusación como a la defensa de que soliciten más tiempo para preparar su estrategia, en caso de que fuera necesario.