Connor Cruise, en la discoteca Temple de San Francisco, en 2016. GETTY

Isabella y Connor, los hijos que Tom Cruise y Nicole Kidman adoptaron durante su matrimonio están volcados en la Cienciología, la misma religión que sigue su padre y de la que es un miembro destacado. De hecho, según informan medios estadounidenses, la comunidad de Hollywood todavía no sale de su asombro debido a un vídeo protagonizado por padre e hijos en el que apoyan fervientemente las creencias de L. Ron Hubbard, el fundador de esta doctrina. Esta misma semana se ha conocido que Bella Cruise, que vive en Londres, se ha implicado aún más en la Cienciología y, tras un proceso de aprendizaje, se ha convertido en algo así como una predicadora y captadora para la causa. Un camino que, según ha declarado ella misma, le ha servido para “encontrar la pieza que faltaba en su vida” cuando se estaba “ahogando en problemas”.
Para redondear esta fotografía de la entrega de la familia Cruise a la Cienciología se han sumado las declaraciones de la actriz Leah Remini, antigua seguidora de esta doctrina, que ha afirmado que Tom Cruise ha entrado a la categoría de “deidad” para los adeptos de esta creencia, y que por encima de él solo está su líder actual, David Miscavige, a quienes sus fieles consideran “el salvador del mundo”. El diario New York Post confirmaba ayer otra de las afirmaciones que ha realizado Remini: los miembros de la cienciología de menor rango deben ver tantas veces como sea posible las nuevas películas de Cruise para contribuir a su éxito de taquilla.

En este escenario llega la noticia de la boda de Connor Cruise, de 24 años, con una italiana que también profesa su religión. Y, según informa Radar Online, Connor ha prohibido a su madre que asista a la ceremonia por expresa indicación de Tom Cruise porque Nicole Kidman está considerada como una suppressive person, un término propio que emplean para definir a los enemigos de su causa y a aquellos que con sus acciones intentan socavar e impedir el progreso de su doctrina. También porque el actor no quiere ver en la iglesia de la fe que profesa a su exesposa. Según la misma publicación, Connor besa el suelo que pisa su padre y nunca se le ocurriría desobedecerle, por lo que ha bastado una llamada de Cruise indicándole sus deseos, para que su hijo haya entendido y seguido el mensaje.

La sombra del poder de la Cienciología siempre ha planeado sobre el fracaso del matrimonio de Tom Cruise y Nicole Kidman y sobre la distante relación que ha provocado entre madre e hijos. Tanto Bella, que actualmente tiene 26 años y está casada con el consultor Max Parker, como Connor se quedaron con su padre cuando la pareja se divorció y desde entonces han sido contadas las ocasiones en las que se les ha podido ver junto a su madre. Una de ellas fue el día que Nicole Kidman se casó con el cantante de música country Keith Urban en 2006. Situación que no se repitió cuando Isabella Cruise se casó en Londres y ninguno de sus progenitores asistió a su boda.

A pesar de ello, Nicole Kidman –quien tiene otras dos hijas con su segundo marido, Sunday Rose, de 11 años, y Faith Margaret, de nueve, que nació mediante vientre de alquiler– siempre ha declarado su amor incondicional hacia sus hijos mayores. En 2018 afirmó en la revista australiana Who que es muy reservada sobre ellos. “Tengo que proteger esa relación. Pero lo que sí sé al 150% es que renunciaría a mi vida por mis hijos”.

También se refirió por primera vez a sus hijos y su relación con la Cienciología: “Son adultos. Son capaces de tomar sus propias decisiones. Han tomado la decisión de ser cienciólogos y, como madre, mi trabajo es amarlos (….) Ese es nuestro trabajo como padres, ofrecer siempre amor incondicional”.