Messi transforma el penalti ante Lopes. MAJA HITIJ GETTY IMAGES

Mientras sonaba la tonadilla de la Champions, Messi le dio la mano al niño que le acompañaría al centro del campo junto a su equipo. El chaval lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja, asombrado por su suerte. Aunque no fue el único que se pasmó con el 10, que marcó un penalti a lo Panenka y redondeó la actuación con otro tanto y dos asistencias, la primera vez en su carrera que consigue un doblete de tantos y pases definitivos en un partido con el Barça. Marca que se une a la lograda por Cristiano Ronaldo en la pasada jornada, cuando se bastó para romper al Atlético. “Lo de Cristiano y la Juve fue impresionante, una gran sorpresa. Pensé que el Atlético iba a tener más fuerza, pero le pasó por encima. Cristiano tuvo una noche mágica con tres goles”, le reconoció Messi.

Ante el OL, Messi se reivindicó desde los 11 metros. Otra cosa es que la jugada fuera penalti porque pareció que Luis Suárez pisó a Denayer para luego dejarse caer. “No sé para qué sirve el VAR”, se lamentó Génésio, técnico del Olympique. El propio delantero uruguayo admitió luego su pisotón: “Le pisé y ahí me desestabilizó”, dijo Suárez.

En este curso, Messi ha convertido cinco de seis penas máximas (Betis, Valencia, Valladolid, Rayo y Lyon) para un único fallo, también contra el Valladolid. Lo que da un 83,3% de acierto. Estadística que casi no empeora si se atiende al porcentaje absoluto, pues con el Barcelona ha chutado 92 y ha cantado bingo en 70 (75,6%). Aunque contra el OL no necesitó de una segunda oportunidad. Carrerilla y golpeo suave por debajo de la pelota, picadita y al más puro estilo Panenka.

Resulta curioso que Luis Suárez, en el último penalti que lanzó, contra el Madrid y en el Bernabéu en las semifinales de la Copa, también lo chutara con idéntica ejecución. Keylor Navas al suelo y el balón, a cámara lenta, a la red. Como Lopes, que también se batió antes de tiempo y solo pudo lamentarse de cómo encajaba el golpe. “No lo sabía, pero no me ha sorprendido que entrara, aunque siempre se cruzan los dedos antes de un penalti. Ha tenido sangre fría increíble y está muy bien”, explicó Valverde. No era la primera vez que el 10 probaba pegarle a lo Panenka; lo hizo ante el Villarreal (2017) y se estrenó contra el Getafe (2015).

Festejó La Pulga con emoción el tanto que le acerca a su “linda copa”. Entre otras cosas porque aunque le falte su patente, tiene en su haber a Panenka y el penalti de Cruyff, ese de 1982, cuando con la camiseta del Ajax popularizó el lanzamiento indirecto. Messi hizo lo mismo con Luis Suárez frente al Celta (2016), aunque el uruguayo no se la devolvió sino que la alojó en la red.

Se entienden hasta en esto los dos delanteros del Barça, porque Suárez ya ha provocado cinco penaltis en esta temporada, más que ningún otro jugador de LaLiga; y Messi ya ha marcado 12 en la Champions, solo por detrás de Cristiano Ronaldo (16). El fin definitivo del OL, en cualquier caso, también lo puso Messi, con una contra que resolvió con un recorte que tumbó a dos y un remate con la derecha que tras desviar Gorgelin, entró llorando a gol. “Entró con suspense. Cuando la atajó, pensé que no llegaba y por suerte entró y nos dio la tranquilidad”, explicó Leo. Aunque luego regaló dos goles (Piqué y Dembélé). “Leo ha hecho un partidazo increíble, extraordinario”, convino Valverde. “Cuando está a este nivel de juego y motivación, casi no se le puede parar”, se sumó Génésio.

Aunque Messi pasó al siguiente peldaño: “No nos da para elegir. Hay equipos muy buenos como el City, como la Juve, como el Ajax, que demostró que es un equipazo de niños jóvenes que no tienen miedo a nada, y el Liverpool que tiene mucha pegada como ha demostrado en Múnich. Ahora, con tranquilidad, saber quién nos toca y prepararnos para lo más duro, que nos viene ahora”.