Estados Unidos debe asumir la responsabilidad por las consecuencias de sus sanciones contra Venezuela, dijo este martes China, luego de que Washington impuso restricciones a la petrolera estatal venezolana PDVSA.
Las últimas sanciones estadounidenses anunciadas el lunes parecen apuntar a presionar al presidente Nicolás Maduro para que renuncie y aproveche el impulso creciente de las últimas semanas contra él tanto localmente como en el extranjero.
Juan Guaidó, el líder de la oposición venezolana que se juramentó presidente interino la semana pasada con el respaldo de Estados Unidos, y que cuenta con el apoyo de la mayoría de los países occidentales, dice que la reelección de Maduro fue un robó al país y afirma que debe renunciar para permitir votaciones justas.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, dijo que la experiencia histórica muestra que la interferencia extranjera “solo hace que las situaciones sean más complicadas”.
“Las sanciones a Venezuela conducirán al deterioro de las condiciones de vida de las personas”, agregó Geng en una conferencia de prensa en París. En referencia a Estados Unidos, observó que “deben ser responsables de las graves consecuencias de esto”.
China ha prestado más de 50 mil millones de dólares a Venezuela en la última década a través de acuerdos de préstamos por petróleo, asegurando suministros de energía para su economía de rápido crecimiento.
Pero el financiamiento se agotó cuando la economía del país sudamericano comenzó a caer en espiral en 2015, presionada por el desplome de los precios del petróleo.
El Gobierno de Donald Trump había evitado durante mucho tiempo apuntar al sector petrolero de Venezuela por temor a dañar a las refinerías estadounidenses y provocar una subida de los precios del crudo. Funcionarios de la Casa Blanca también habían expresado preocupación al respecto por el impacto sobre el pueblo venezolano.