El Gobierno holandés ha acusado este martes a Teherán de haber orquestado el asesinato de dos ciudadanos de origen iraní en suelo holandés. El primero de los sucesos fue perpetrado en Ámsterdam en 2015, mientras el segundo tuvo lugar en La Haya en 2017. El ministro de Exteriores, Stef Blok, ha remitido una carta al Parlamento donde indica que los servicios de espionaje “tienen pruebas válidas” de que Irán está involucrado en las muertes, “que violan nuestra soberanía”. Blok también ha revelado que la expulsión de dos diplomáticos de dicho país, ordenada en junio de 2018, fue una represalia por ambas agresiones. La respuesta de la UE ha sido inmediata y ha sancionado al ministerio de Inteligencia y Seguridad iraní, y a sus empleados, por planear atentados contra disidentes.
Mohamed Reza Kolahi Samadi, de 56 años, vivía en Almere, localidad cercana a la capital holandesa, con su esposa e hijo y trabajaba como ingeniero. Se hacía llamar Ali Motamed, y en 2015, dos hombres vestidos de negro le pegaron un tiro en la cabeza. Acusado en Irán de haber puesto en 1981 una bomba en la sede del Partido Islámico, que mató a 73 personas, fue condenado a muerte en ausencia. Samadi estuvo en el edificio poco antes de la explosión y huyó luego a Europa. En 2017, el activista Ahmad Mola Nissi, de 52 años, uno de los fundadores del Movimiento de Lucha Árabe por la Liberación de Ahvaz (que busca la independencia de una región en el oeste del país), fue igualmente asesinado. Militante de un grupo considerado terrorista por el Gobierno de Teherán, recibió también un tiro en la cabeza cuando paseaba por La Haya. Sus hijos adolescentes estaban en ese momento en el colegio, y fueron sacados de inmediato del centro por la policía holandesa y trasladados a un lugar seguro.
Antes de que el ministro Blok remitiera su nota al Parlamento, Dick Schoof, responsable de los servicios de inteligencia holandeses, indicó que había “investigado, junto con otros países, las interferencias de Irán en suelo europeo”. Las sanciones impuestas consisten en impedir que el Ministerio de Inteligencia y Seguridad iraní disponga de cuentas corrientes en la Unión Europea. Sus miembros tampoco podrán viajar por el espacio comunitario, “una señal clara de nuestra firmeza, dada la potencia comercial de la UE”, en palabras de Blok.
Según el político holandés, Bruselas cree que Teherán está detrás de “otras agresiones cometidas en la UE”, entre ellas, preparar atentados en Dinamarca y Francia. “Le hemos dicho a Teherán que es una situación inaceptable, y no excluimos ampliar las sanciones”. Las autoridades iraníes han repetido en varias ocasiones que consideran “absurda la presencia en Holanda de un convicto de asesinato como Samadi, y del dirigente de un grupo armado, como Nissi”. Las medidas adoptadas por la UE, a instancias del Gobierno holandés, según Exteriores, cuentan con el apoyo mayoritario del Parlamento.