El presidente de Kosovo, Hashim Thaci, este lunes en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. CRAIG RUTTLE AP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha ofrecido a servir como anfitrión de unas conversaciones de paz entre los líderes de Serbia y Kosovo, que podrían llevar a un “acuerdo histórico”, ha informado este martes en Twitter el dirigente kosovar, Hashim Thaci.

El presidente de Kosovo colgó en esa red social una carta firmada por Trump, en la que el mandatario estadounidense se ofrece a acoger en la Casa Blanca a Thaci y a su homólogo serbio, Aleksandar Vucic.

En la misiva, dirigida a Thaci y fechada el 14 de diciembre, Trump afirma: “Estamos listos para asistirle en sus esfuerzos destinados a lograr un acuerdo para mantener el equilibrio de los intereses tanto de Kosovo como de Serbia. Ese acuerdo está al alcance de la mano”, indica. “Estoy deseando —continúa Trump— acogerle a usted y al presidente Aleksandar Vucic en la Casa Blanca para celebrar lo que podría ser un acuerdo histórico”.

En 2013, Belgrado y Pristina alcanzaron un pacto para iniciar la normalización de sus relaciones bajo auspicios de la Unión Europea (UE), el denominado diálogo de Bruselas, pero el proceso no ha experimentado avances significativos, a pesar de que Bruselas exige esos progresos para permitir la integración en el bloque comunitario. Serbia es candidata al ingreso desde marzo de 2012. La Comisión Europea reactivó en febrero pasado el proceso de ampliación en los Balcanes proponiendo nuevos ingresos para 2025; Serbia es uno de los candidatos mejor situados.

Uno de los mayores escollos es el tema de la independencia de Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses étnicos que se separó de Serbia en 2008. Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, que ha sido respaldada por más de un centenar de países, entre ellos Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por España, Rusia, China, India y otros Estados.

En su carta, Trump recuerda a Thaci que Estados Unidos ha “invertido fuertemente” en la independencia de Kosovo y le urge a “aprovechar este momento único, hablar con una voz unificada durante las conversaciones de paz y evitar cualquier acción que pudiera hacer el acuerdo más difícil de conseguir”.

Las relaciones entre Pristina y Belgrado se han tensado este mes después de que el Parlamento kosovar aprobara transformar en un Ejército su limitada Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF). Las autoridades kosovares consideran esta decisión un paso “histórico” que sella simbólicamente su soberanía.

Frente a ello, Serbia considera que la decisión de Pristina viola la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, que estipula que la seguridad de Kosovo está en manos de la KFOR, una fuerza internacional liderada por la OTAN.

Ambos presidentes intervinieron este lunes en la segunda reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el futuro Ejército kosovar. La primera sesión, informal y a puerta cerrada, se celebró el viernes tras la aprobación del Parlamento en Pristina.