El balance de muertos asciende a cuatro tras fallecer uno de los heridos del atentado

Volver a abrir su histórico mercadillo de Navidad, el más antiguo de Francia y uno de los primeros de Europa, se había convertido para Estrasburgo en una cuestión de pundonor, para demostrar que la ciudad de los derechos humanos y del Parlamento Europeo no se doblega ante el terrorismo. Pero la reapertura de las tradicionales casetas de madera decoradas con ramas de abeto se hizo este viernes con un espíritu mucho más ligero después de saberse que el responsable del tiroteo que el martes sembró la muerte y el pánico en esas mismas calles, Chérif Chekatt, fue abatido en una operación policial en un barrio de la ciudad la noche del jueves. Aun así, la investigación continúa en busca de posibles cómplices y para averiguar cómo y por qué este delincuente común radicalizado pero que no se consideraba una amenaza inminente pasó a la acción, causando cuatro muertos (el último, fallecido este viernes) y una docena de heridos.

La estela mortal de Chekatt se extiende más allá de su propia muerte. La fiscalía de París anunció este viernes el deceso de uno de los heridos que se encontraba en estado crítico, con lo que ya son cuatro los fallecidos a manos del terrorista. Otra quinta víctima está en muerte cerebral desde el ataque y 11 más se recuperan de heridas de diversa gravedad, cuatro aún hospitalizadas. La noticia se conoció poco antes de la llegada a Estrasburgo del presidente francés, Emmanuel Macron, quien viaja desde Bruselas con el propósito de rendir homenaje a las víctimas y saludar a las fuerzas del orden que participaron en la operación contra Chekatt, según adelantó el Elíseo.

Siete personas continuaban este viernes en custodia policial en relación con el terrorista, reveló el fiscal de París, Rémy Heitz, en una comparecencia desde Estrasburgo. Se trata de “cuatro miembros de su familia”, detenidos desde la noche del martes, y “tres miembros de su entorno cercano” arrestados en las últimas 24 horas, detalló. La investigación continúa “para identificar a eventuales cómplices o coautores susceptibles de haberlo ayudado o alentado en la preparación” del ataque, explicó.

Y es que las dudas siguen siendo numerosas en torno al atentado de Chekatt, que el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se atribuyó poco después de conocerse la muerte del atacante. Aunque es algo que el ministro del Interior, Christophe Castaner, calificó este viernes de “totalmente oportunista”, las autoridades no quieren descartar ninguna pista.

La frenética búsqueda de Chekatt, que supuso la movilización de más de 700 agentes del orden -que durante dos días batieron toda la región- y de unos 300 investigadores, duró 48 horas casi exactas. Terminó en el mismo barrio, Neudorf, donde se había perdido su rastro después de emprender la huida desde el centro de Estrasburgo en un taxi.

Las últimas horas del terrorista
Allí se habían concentrado los esfuerzos en las últimas horas, explicó Heitz, debido en buena parte a la colaboración ciudadana: después de que las autoridades distribuyeran la noche del miércoles la fotografía y descripción de Chekatt pidiendo la ayuda de posibles testigos, las centralitas de la policía recibieron 800 llamadas, reveló el fiscal. Dos de los testimonios, que situaban a alguien que coincidía con la descripción del terrorista en unas calles de Neudorf, fueron especialmente “determinantes”, agregó. Tras un primer operativo que terminó sin resultados a primeras horas de la tarde, a las 19.30 comenzó otro, con nuevas patrullas y un helicóptero, en la misma zona. Este segundo intento acabó con la localización y “neutralización”, como lo definió en un primer momento la policía, del terrorista.

Según ha detallado el fiscal este viernes, fue una patrulla de policía de tres agentes la que, a las 21.00, vio a un individuo caminando por la calle Lazaret de Neudorf cuya “descripción coincidía” con la de Chekatt. Este, al detectar el coche policial, hizo como si estuviera entrando en el portal de una de las casas. La patrulla dio marcha atrás y comprobó que el individuo “no lograba abrir la puerta”. Consciente probablemente de que había sido identificado, el hombre “se dio la vuelta y disparó”, alcanzando con uno de sus tiros una puerta del coche patrulla. Dos de los agentes “respondieron con numerosos disparos y mataron al agresor”. Tras ser abatido, los agentes comprobaron que el terrorista portaba “un revólver viejo”, un cuchillo y ocho balas del calibre 8 milímetros. Gracias a la comparación de sus huellas digitales, “la muerte de Chérif Chekatt, formalmente identificado, fue constatada a las 21.05”, concluyó Heitz.

Reapertura del mercadillo de Navidad, símbolo de Estrasburgo
La muerte de Chekatt se conoció poco después de que el ministro del Interior anunciara, junto con las autoridades locales, la reapertura del mercadillo de Navidad. Castaner se convirtió en uno de los primeros visitantes tras el ataque del popular negocio que cada año atrae a unos dos millones de turistas.

“Tomamos la decisión [de reabrir el mercadillo] por el honor de Estrasburgo, de Francia, para demostrar que ante estos ataques tan violentos como el del martes, nuestro país sabe mantener la cabeza alta”, declaró Castaner, que alentó a ciudadanos y turistas a visitar los comercios navideños “porque es un formidable mensaje de apoyo”.

Pese a la aparente vuelta a la normalidad, los estragos de Chekatt en esta ciudad perduran. La seguridad reforzada en la zona, con más militares y fuerzas del orden desplegados por el casco antiguo, recordaban que la amenaza sigue latente.