BCE sella el fin de su millonaria compra de deuda iniciada en 2015
El Banco Central Europeo (BCE) operó el jueves un giro mayor de su política monetaria ratificando el fin de su histórico programa de compra neta de activos iniciado en 2015 para estimular la economía y a través del cual inyectó 2.6 billones de euros en la economía.

Concretamente la institución de Fráncfort dejará de comprar nuevos títulos de deuda privada y pública a fin de diciembre, ratificando este jueves su decisión anunciada en junio.

Se trató de una inédita herramienta anticrisis del BCE en sus 20 años de existencia que sin duda evitó una deflación en la zona euro y una recesión mayor cuando el bloque de la moneda única apenas se recuperaba de la crisis de la deuda.

Con este programa la entidad inyectó hasta 80,000 millones de euros por mes hasta abril de 2017. Las compras fueron luego menores progresivamente hasta desembolsar unos 15,000 millones por mes desde octubre.

El BCE inyectó con este programa unos 2.6 billones de euros en el mercado.

Este programa sigue generando controversia ya que sus detractores, en Alemania y en otros países adeptos del rigor en la zona euro, lo perciben como una manera para el BCE de ayudar indirectamente a los gobiernos.

El fin del programa conocido como “quantitative easing” (QE) se justifica “ya que ya no hay riesgos serios de deflación”, estimó Bruno Cavalier, economista jefe de Oddo BHF.

Pero para Friedrich Heinemann, del instituto alemán ZEW, el fin de la compra neta de deuda “se produce en un mal momento”, justo cuando “las perspectivas coyunturales se ensombrecen en la zona euro”.

Para sosegar al mundo económico y mantener condiciones de financiamiento favorables, el BCE reiteró su compromiso de reinvertir sus títulos de deuda que llegan a madurez, por un “periodo prolongado” luego del primer cambio de política monetaria.

Tasas sin cambios
Luego de su reunión mensual, los gobernadores del BCE decidieron además mantener sin cambios “al menos hasta el verano 2019” sus principales tasas de interés.

Como estaba previsto, la principal tasa de refinanciamiento quedó sin cambios, en cero, y los bancos seguirán pagando intereses negativos de 0,40% por el excedente que depositen en la entidad, según el comunicado del BCE.

El BCE planea mantener sus tasas sin cambios “al menos hasta el verano de 2019”, pero el cambio de política debería precisarse el año próximo.

Queda en suspenso saber cuándo la institución subirá sus tasas por primera vez desde 2011. El calendario divide a los miembros del consejo de gobernadores.

Dada la incertidumbre que se acumula sobre el crecimiento en la zona euro los observadores anticipan una primera alza a partir de 2020, esto es luego de terminado el mandato del presidente del BCE, Mario Draghi, en octubre de 2019.

El BCE debe además el jueves revisar a la baja sus previsiones macroeconómicas para 2018 y 2019. Los economistas esperan además las primeras estimaciones para 2021.

El BCE busca que la inflación en la zona euro converja hacia su objetivo, la tasa bajó en noviembre a 2% anual, luego de 2.2% en octubre.