La desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi, que según la policía turca murió en el consulado de Arabia Saudí en Estambul el 2 de octubre, sigue provocando el rechazo en cascada de algunos Gobiernos y líderes empresariales al régimen de Riad. El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Munchin, ha anunciado este jueves que tampoco asistirá a un importante foro económico organizado por los saudíes la próxima semana. Munchin ha publicado un tuit en el que asegura que ha tomado la decisión de no acudir a Riad conjuntamente con el presidente, Donald Trump, y con el secretario de Estado, Mike Pompeo.
La Administración de Donald Trump mantiene su ambivalencia en torno a la desaparición de Khashoggi. Washington ha pedido a Turquía que muestre a EE UU las pruebas, filtradas a la prensa de este país, que dice tener para demostrar cómo Khashoggi habría sido asesinado y descuartizado en una operación macabra en la que, según la policía turca, participaron 15 saudíes de los servicios secretos y el Ejército.
Munchin no será la única ausencia importante en el foro. El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, ha anunciado este jueves que no participará en el Future Investment Iniciative, un importante encuentro económico organizado en Riad entre el 23 y el 25 de octubre.
A la cita, conocida informalmente como el ‘Davos del desierto’ por su parecido al Foro Económico Mundial que cada invierno se reúne en la ciudad suiza, iban a asistir algunos de los grandes inversores internacionales y altos cargos políticos procedentes de todo el mundo. Pero la misteriosa desaparición de Khashoggi, un veterano periodista que huyó de Arabia Saudí hace un año por ser crítico con el régimen, se ha traducido en numerosas bajas de última hora.
“Pienso que mi homólogo saudí puede entender perfectamente que en las circunstancias actuales el ministro de Economía francés no vaya a Riad”, ha asegurado Le Maire, uno de los primeros en anunciar que cancelaban su participación. El ministro de finanzas holandés, Wopke Hoekstra, ha señalado que descarta también asistir a este evento económico con el que la corona saudí quiere mostrar al mundo que es un polo de inversión que mira más allá del petróleo. Además, el Gobierno holandés ha cancelado un viaje comercial que tenía previsto a Arabia Saudí para noviembre.
El secretario de Estado de Comercio Internacional británico, Liam Fox, tampoco asistirá al foro de Riad, de acuerdo con declaraciones de un portavoz gubernamental. “Reino Unido está muy preocupado por la desaparición de Jamal Khashoggi. Los que tienen la responsabilidad de su desaparición deben rendir cuentas”, ha señalado este portavoz.
El pasado martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) comunicó que su directora gerente, Christine Lagarde, aplazaba el viaje que tenía previsto a Oriente Próximo, que incluía su participación en el citado evento de negocios. Lagarde afirmó sentirse “horrorizada” por las informaciones que circulaban sobre la muerte del articulista del The Washington Post, medio para el que colaboraba. El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, también ha anulado su viaje, siguiendo los pasos de prominentes figuras del mundo tecnológico y de las finanzas como los ejecutivos de Uber, JP Morgan Chase, BlackRock, Blackstone, HSBC o Mastercard, entre otros.
La policía turca ha terminado a primera hora de este jueves el registro de la residencia del cónsul saudí en Estambul dentro de la investigación que se lleva a cabo tras la desaparición de Khashoggi. Las cámaras de seguridad situadas fuera del consulado lo registran entrando a la legación diplomática. Y esa es la última prueba de Khashoggi con vida. Según apuntan los medios de comunicación turcos, existe también un documento de audio que revelaría con toda crudeza que fue torturado y asesinado.