En Durango, Primer Foro de Conservación del Patrimonio Cultural en Contexto Contemporáneo

Se realiza los días 25 y 26 de octubre en la capital duranguense, Patrimonio Mundial desde 2010 como parte del Camino Real de Tierra Adentro

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Participan alrededor de 600 invitados entre arquitectos, restauradores, historiadores, valuadores y abogados vinculados con la tarea de la conservación

Los centros históricos posen una gran riqueza en patrimonio cultural, con raíces y tradiciones ancestrales que los convierten en una ventana a la historia y la identidad, pero ahí también confluyen la modernidad y el desarrollo propio de las urbes, inmersas en importantes proyectos de infraestructura y servicios que las hacen sostenibles y detonantes turísticos; esta convivencia constituye a nivel mundial uno de los grandes retos de la conservación del siglo XXI.

Con el fin de dar respuesta a las necesidades de conservación de las zonas de monumentos históricos ante el desarrollo moderno, e incluso también de los monumentos históricos aislados, Durango será sede del Primer Foro de Conservación del Patrimonio Cultural en un Contexto Contemporáneo, a celebrarse los días 25 y 26 de octubre, en el Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario (CCCB) de la capital, con la participación de alrededor de 600 involucrados en materia de conservación del patrimonio edificado, entre arquitectos, restauradores, historiadores, valuadores, notarios y abogados; profesionales, académicos y estudiantes de estas áreas.

Los invitados provienen de las universidades Autónoma y Juárez del Estado de Durango, el Instituto Tecnológico de Durango, la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH e importantes casas de estudio en la región Lagunera y estados colindantes; participan también miembros de los Colegios de Valuadores, de Notarios, de Arquitectos del Valle de Guadiana y de Durango, y de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

La arquitecta Sirle Rojas Rodríguez, directora del Centro INAH Durango y organizadora del foro, dio a conocer los pormenores de la reunión académica que nace de una iniciativa del propio Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en esa entidad, donde se encuentra una gran riqueza patrimonial, entre la que destacan 19 sitios que en 2010 fueron inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, como parte del itinerario cultural del Camino Real de Tierra Adentro.

Actualmente, el INAH tiene registrados en el estado mil 800 monumentos históricos. Setecientos cuarenta y siete edificios conforman el centro de su capital, decretado Zona de Monumentos en 1982 y también parte del referido itinerario cultural; el Centro Histórico de Durango comprende 1.75 kilómetros cuadrados, formada por 142 manzanas con edificaciones de estilos colonial, barroco, neoclásico y neogótico, que datan de la fundación de la ciudad hasta el siglo XIX, entre los que destacan la Catedral de la Inmaculada Concepción, los templos de San Juan Bautista de Analco y Santa Ana o San Juan de los Lagos.

Sirle Rojas Rodríguez enfatiza que los centros históricos son la memoria colectiva de la sociedad que se materializa como parte integral de una ciudad, la cual está en permanente desarrollo; advierte que las ciudades crecen constantemente y los cambios urbanos se hacen latentes en estos centros y es ahí donde la mayoría del patrimonio histórico se alberga. “Pero no sólo material, también intangible, que al final del día es lo más importante porque es el que da identidad y hoy lo tenemos de un lado”.

Por lo tanto, dice, estos espacios deben ser dinámicos e integrarse de manera positiva en el desarrollo económico, tecnológico y demográfico que está teniendo cada ciudad, pero sin olvidar o perder la esencia e importancia del patrimonio cultural, tangible e intangible.

El propósito del foro es crear una nueva conciencia en la manera de trabajar dentro de estos espacios, para que quienes los intervienen sean propositivos y sus soluciones arquitectónicas se conjuguen de manera respetuosa con los monumentos de valor patrimonial y den solución a las problemáticas actuales. De la misma manera, se requiere de incentivar una corriente arquitectónica que deje rastro de su tiempo, técnicas y materiales, sin agredir lo que por ley el INAH protege: el patrimonio cultural.

Asimismo, Sirle Rojas Rodríguez se refiere al patrimonio cultural edificado fuera de zonas de monumentos históricos, que se ubica en diferentes localidades y comunidades, y también en las ciudades fuera de la poligonal de los centros históricos. “Dicho patrimonio está protegido entre comillas, ya que hay muchos factores que lo atentan, entre éstos, el crecimiento acelerado del que estamos hablando”.

En este sentido, el foro también abre un espacio para proponer herramientas de ordenanza para que protejan este tipo de bienes, con el fin de que las comunidades conozcan y valoren la importancia de su conservación como herencia cultural, explica la arquitecta. Es importante valorar el contexto en el que se encuentran, conservarlos y protegerlos, y a la vez integrar a las comunidades para les den la importancia, el valor como herencia cultural, y lo conserven, comenta.

Respecto al programa del Primer Foro de Conservación del Patrimonio Cultural en un Contexto Contemporáneo, la titular del Centro INAH Durango refiere la participación de ponentes internacionales, procedentes de Colombia, especialmente para abordar la experiencia en Medellín, donde el patrimonio cultural se ha integrado a la modernidad; así como de España, “nación que va tres pasos adelante de nosotros en la integración de su patrimonio histórico a los contextos contemporáneos y por lo mismo será interesante conocer su visión”.

Ambos países han desarrollado proyectos de integración importantes sin dejar de lado la integridad de los monumentos que tienen un uso en el contexto contemporáneo, señaló Sirle Rojas Rodríguez.

De Colombia participará el abogado Sergio Roldán Gutiérrez, especialista en planeación estratégica urbana, quien desarrollará el tema de instrumentos de protección de monumentos históricos fuera de perímetros de zonas de monumentos y su integración a programas de desarrollo urbano; de España estarán los arquitectos Ismael Pizarro Muñoz y Pablo Millán, el primero presentará casos de estudio en diferentes municipios españoles, y el segundo, la propuesta de la arquitectura contemporánea en el patrimonio histórico.

Estará presente en el foro el coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, Arturo Balandrano, para hablar de la visión del INAH sobre la inserción en el contexto contemporáneo; asimismo, especialistas de la ENCRyM, como Riccardo Caffarella, procedente de Italia, abordará la integración de arquitectura contemporánea en contextos históricos, plática derivada de un curso que ha ofrecido dicha escuela del INAH; se contará también con la participación de Norma Rodrigo Cervantes, experta en temas de conservación y planeación urbana y que cuenta con un estudio sobre el centro histórico de Morelia.

Participan también como ponentes Graciela Mota Botello, presidente del Consejo Directivo Nacional del Icomos Mexicano, Organismo “A” de la UNESCO y, después de los sismos de septiembre, coordinadora de la nueva Comisión de Emergencias del Icomos; Dolores Martínez Orralde, directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), quien hablará del patrimonio del siglo XX, y José Luis Cortés Delgado, presidente de la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana, entre otros.

En todos los casos, dice Sirle Rojas Rodríguez, el INAH busca trabajar conjuntamente con diversas instancias, asociaciones, patronatos y niveles de gobierno, y conjugando diversos instrumentos normativos que ayuden a la buena planificación del desarrollo; es decir, para incluir al patrimonio cultural en los planes de desarrollo, sin dejar de lado la protección del patrimonio intangible.

El foro se desarrollará en el Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario, con sede en un complejo arquitectónico enmarcado por jardines, proyectado en 1899 con la finalidad de convertirse en el hospital más importante del norte del país pero inconcluso debido al estallido de la Revolución. Su destino fue convertirse en cuartel militar y después en el Internado Juana Villalobos, que atendía a los hijos de integrantes del ejército. Más tarde, fue sede del Instituto de Cultura del Estado de Durango y del INAH en Durango. Hace un par de años la construcción fue restaurada y se transformó en el CCCB.