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El presidente Enrique Peña Nieto celebró las reformas en materia de competencia económica y de telecomunicaciones, pues, aseguró, que pese a las resistencias se consiguió un acceso más fácil y barato de los servicios de telefonía e internet para la población.

Durante su participación en la 25 conmemoración por la creación de la Autoridad Autónoma de Competencia en México, conformada por Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el mandatario aseguró que hace seis años se tenían regulaciones débiles en la materia y ahora se cuenta con autoridades autónomas que vigilan la competencia.

Sin embargo reconoció que aún faltan avances, ya que a pesar de la regulación, no dejan de existir los agentes dominantes “pero lo que sí hoy se tiene a diferencia del pasado es una mejor regulación, precisamente, sobre esos agentes dominantes”.

El presidente reconoció que si bien se propuso impulsar una transformación en el sector, las resistencias encontradas desgastaron a quienes estaban al frente de la tarea.

“La experiencia dejada en este proceso es reconocer que cuando se propone uno impulsar un cambio uno así, de romper con paradigmas y con viejos esquemas, la verdad uno enfrenta enormes resistencias, y resistencias de sectores que son muy dominantes en lo que hacen y hasta en el ámbito político, y en consecuencia siempre esa resistencia que tuvimos que enfrentar genera desgaste para quien está decidido a impulsar estos cambios”, sostuvo.

Entre los avances durante su sexenio, enumeró la eliminación del cobro de larga distancia, lo que permitió el ahorro de 130 mil millones de pesos medidos al 2017.

Además el duplicar la capacidad de espectro para los servicios de telecomunicaciones, con lo que se consiguió una nueva cadena de televisión y que estén por entrar 32 cadenas de televisión locales y 141 nuevas estaciones de radio.

Respecto a la implementación de la red compartida para garantizar el acceso a internet, se logró pasar del lugar 114 al 64 de 148 países evaluados por la OCDE en términos de política antimonopolio.

“Este tema de la competencia puede resultar entendible para los expertos y poco entendible para la población, pero los beneficios ahí están. Hoy la gente tiene acceso a mejores productos, a mejores precios, a una variedad de servicios que se prestan en distintos campos de la economía, y eso sin duda redunda en calidad de vida”, concluyó.