Luego del fuerte impulso de 14.3 puntos que recibió el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) durante julio, (derivado en gran parte por los resultados electorales), los niveles de confianza de los mexicanos comenzaron a retroceder, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en conjunto con el Banco de México (Banxico).
En septiembre, el ICC reportó su segunda caída al hilo. Esta vez, la variación negativa fue de 1.8 por ciento en comparación del mes previo y, de acuerdo con cifras ajustadas por efecto calendario, ubicó al índice en los 100.1 puntos, justo en la frontera metodológica que separa el optimismo (índices mayores a 100) del pesimismo (índices por debajo de 100).
El presidente del Inegi, Julio Santaella, comentó que, a pesar de la disminución de Confianza del Consumidor en septiembre, “sigue estando en niveles elevados, (13.6 puntos por arriba de lo reportado en septiembre de hace un año), por lo que continúa su tendencia positiva.
Durante septiembre, cuatro de los cinco componentes que integran al indicador, pisaron terreno negativo.
La caída más pronunciada se percibió en el concepto que cuestiona la situación económica del país esperada dentro de 12 meses (respecto a la actual), pues mostró una disminución de 2.6 por ciento mensual.
De manera complementaria, la encuesta mostró un ligero incremento de 0.1 por ciento al momento de preguntar sobre la situación económica del país hoy en día, comparada con la de hace 12 meses.
Al interior de los hogares, los resultados fueron menos optimistas en comparación de los meses anteriores, pues los miembros del hogar reportaron una disminución de confianza de 1.7 por ciento al responder sobre su situación económica actual (comparada a la de hace un año).
De la misma manera, las familias mexicanas disminuyeron sus votos de confianza en 1.5 por ciento al pronosticar su situación económica dentro del próximo año (comparada a la actual).
La encuesta también mostró un retroceso mensual de 1.2 por ciento ante las posibilidades de los miembros del hogar de adquirir compras de bienes durables, como muebles, televisores, lavadoras y otros aparatos electrodomésticos.
En relación con los índices complementarios, mismos que buscan ser más específicos en la confianza que arrojan los consumidores mexicanos, se observó casi una caída generalizada, pues nueve de los diez índices reportaron contracciones.
La disminución más pronunciada fue la que cuestiona si los miembros del hogar considerarían comprar, construir o remodelar una casa en los próximos dos años, pues su variación mensual cayó 17.5 por ciento.