El actor Robert de Niro en el Festival de Cannes, en mayo de 2016. ANNE-CHRISTINE POUJOULAT AFP

La policía de Nueva York ha retirado este jueves un paquete sospechoso en el edificio donde se encuentran el restaurante y la productora de cine del actor Robert de Niro y, según aseguran los medios locales citando fuentes policiales, el paquete es muy similar al que llegó este miércoles a la sede neoyorquina de la cadena de televisión CNN y que obligó al desalojo de la redacción durante varias horas. Aunque no ha habido que lamentar ningún destrozo, pues el empleado que lo descubrió avisó inmediatamente a la policía y el edificio estaba desocupado en ese momento, este suceso tiene lugar después de que en los dos últimos días se hayan detectado otros paquetes enviados por correo postal a los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, así como al filántropo millonario George Soros, quien recibió el lunes una bomba casera de las mismas características.

No resulta del todo extraño que Robert de Niro esté entre estos nombres elegidos. El intérprete es una de las figuras públicas que está en la lista negra de los ultra conservadores por haber manifestado su rechazo público a las políticas de Donald Trump en numerosas ocasiones. La última fue el pasado mes de junio, en la ceremonia de los Premios Tony, donde no dudó en manifestar bien alto y claro su desprecio hacia el presidente de Estados Unidos. “Voy a decir una cosa. Que le jodan a Trump”, dijo al comienzo de su intervención en el Radio City Musical Hall de Nueva York el actor ganador de dos Oscar —mejor actor de reparto en El Padrino II (1974) y mejor actor en Toro Salvaje (1980)—. “Ya no hay más oportunidades para Trump. Hay que joder a Trump”, insistió De Niro, de 77 años, en su discurso.

La gala fue retransmitida por la cadena CBS, que intentó silenciar las palabras del actor con sonidos, pero los asistentes escucharon sus palabras en directo, que luego circularon por Internet. Y también llegaron al propio mandatario, quien no dudó en contestarle a través de Twitter. “Robert De Niro, un individuo con muy bajo coeficiente intelectual, ha recibido demasiados golpes de boxeadores reales en las películas. Lo vi anoche y pensé de verdad que estaba ‘atontado'”, escribió Trump.

Pero De Niro ha hablado más veces. En mayo de 2017 acudió a la Universidad de Brown, en Rhode Island (Nueva York) para recibir el título honorífico del centro en Bellas Artes. En su discurso, ataviado con toga y birrete, aprovechó para hablar del clima político que se vive en EE UU desde que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales el pasado 8 de noviembre. “Cuando ustedes iniciaron la universidad, el país era un inspirador y edificante drama… ahora que se están graduando, se ha convertido en una trágica y estúpida comedia”, les dijo a los alumnos, a los que instó a “trabajar para detener la locura” de la actual presidencia. “Y empezar ahora para que la clase de 2018 se pueda graduar en un mejor mundo”, les aconsejó. Un día antes de la ceremonia en la Universidad de Brown, y en una sesión de preguntas con los estudiantes, De Niro se refirió también a la carrera de Donald Trump: “No seamos famosos por ser famosos. Tenemos ahora a un presidente que está ahí porque estuvo en uno de estos reality shows. ¿Y dónde estamos? Debemos ser la gente que esté en desacuerdo con eso. Es solo una situación de pesadilla que me tiene preocupado”. Además, a principios de ese mismo mes había calificado de “mezquina” a la Administración de Trump por su propuesta de presupuesto, que recortaba la partida para las artes y la cultura.

Entre otros comentarios, en febrero de 2017 insistió en su deseo de pegar un puñetazo a Trump: “Por supuesto que todavía quiero darle un puñetazo”. “¡Cómo se atreve a decir las cosas que hace!”, se quejó entonces el protagonista de Toro Salvaje en el programa The View de la cadena ABC. Pocos días antes de la toma de posesión de Donald Trump como 45º presidente de Estados Unidos, De Niro también se refirió en televisión a las amenazas de muchos a boicotear la ceremonia. “Creo que cualquier cosa que la gente haga la tiene que hacer hasta el final. Porque están pasando muchas locuras ahora mismo. Quizá sea una actuación y lo veremos una vez [Trump] esté en la oficina, pero todos tenemos que estar en guardia”, dijo De Niro en el programa Today.