Nostalgia pura: Pony Ruiz revive la magia y rebeldía del mítico Toros Neza

Reebok lanzó la playera que usaron en 1997 en un golpe de recuerdo que caló la afición. Rodrigo Ruiz cuenta las mejores anécdotas que vivió

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Aquél no era un equipo, sino una pandilla de amigos en un barrio duro del Estado de México jugando al futbol de manera inolvidable. Hacían rock pesado, como esos toquines en Neza. Hoy existe la nostalgia a flor de piel, desde la camiseta que ha sido relanzada por Reebok hasta por los viejos jugadores que tomaron otros rumbos como Rodrigo Pony Ruiz, quien vive en Torreón y recuerda todo como si estuviera en el vetusto estadio de esa mancha urbana que vibraba con ellos.

¿Cómo era el ambiente en el vestidor de los Toros?

Me acuerdo de varias cosas, un sitio sencillo, sin nada de glamur que además olía a garnacha. Entrenábamos a las 11 de la mañana y a esa hora da hambre, ya nos tenían todo listo los utileros para comer, gorditas, huaraches, sopes.

¿Fue feliz ahí?

A ver, fue una época hermosa por todo lo que era el entorno, pero nunca quedé conforme en lo económico. Llegué a Neza por una transferencia de equipos. Ni me avisaron, estaba en Puebla cuando Neza compró mi carta a Unión Española. Cada seis meses pedía un aumento de sueldo o salir y no me dieron nada, pero al convivir con mis compañeros y divertirme tanto, el dinero pasó a segundo término.

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El dueño Juan Antonio Hernández les regalaba centenarios.

Sí, pero era un tipo muy tacaño con la lana, excepto con el gordo Antonio Mohamed. Los centenarios eran premios y obtuvimos muchos… si hubiera sabido lo que valen ahora los hubiera guardado. Vendí todos.

¿No quedó en buenos térmicos con el dueño?

No puedo ser mal agradecido. Toros Neza me catapultó en México, pero la realidad es que no me sentí valorado. Por ejemplo, Bebeto vino unos cuantos meses nada más y no fue barato. Juan Antonio Hernández puede ser un empresario exitoso, pero no en el futbol porque, si no, esta franquicia podría seguir en Primera División.

Después de tantos años puede explicar ¿cuál era la magia de aquel equipo?

Para decirlo en buen lenguaje mexicano, lo que nos hacía diferente es que nos valía madre. Es decir, le guardábamos respeto al técnico Enrique Meza, pero dentro de la cancha hacíamos lo que queríamos, obvio seguíamos sus consejos, pero teníamos mucha libertad.

LA FINAL DEL 97 QUE PERDIERON POR FALTA DE ORDEN
Llegaron a una final.

Meza sufría porque éramos a veces irresponsables, tanto así que la final de 1997 la perdemos de forma catastrófica por no haber sido más ordenados, por no entender que no podíamos jugarla como un partido más de liga, la afrontamos sin seriedad.

Los aficionados más recalcitrantes objetan que esta playera no es la de las grandes gestas, ¿qué opina?

Me gusta esta playera. Uno se puede poner exigente y decir que no es la de la final, pero tiene sus recuerdos. Jugamos un cuadrangular con ella cuando vino el Parma con todo y Gianluigi Buffon y dirigidos por Carlo Ancelotti, también le ganamos a Universidad de Chile. Era el torneo que organizaba Parmalat.

¿Para usted qué representa esta playera?

A los que la vestimos nos llena de orgullo, es verdad que a partir de 1998 vino a menos, pero aun así clasificamos a una liguilla. Lo importante es el homenaje que se da Toros Neza.

¿Lo considera como un fenómeno mediático?

Sé que la playera ya voló. Aquí lo interesante del caso es que es un equipo que tiene muchos años de desaparecido, se acabó en 2002 y alcanzó un boom en la actualidad por el recuerdo que dejó en mucha gente. Es historia pura.