DURANGO, DGO. – Con la complicidad silenciosa del Partido Acción Nacional (PAN), el gobierno que encabeza Esteban Villegas Villarreal vive dominado por la corrupción y el autoritarismo, afirmó Luis Enrique Benítez Ojeda, exdirigente estatal del PRI, tras presentar su renuncia luego de más de cuatro décadas de militancia.
Dijo: “no me voy del PRI, el PRI se fue y se distanció de mí. Este PRI que excluye, que aparta, que guarda rencores, que promueve venganzas y se erige como instrumento de castigo por pensar diferente”
Aseguró que en el PRI de Durango se cerraron los espacios y la posibilidad de apoyar “porque un hombre en el Estado (Esteban Villegas Villarreal) se siente dueño, no de uno sino de dos partidos (PRI y PAN).”
En la carta dirigida a Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Benítez manifestó su decisión de dejar el partido que “formó y le dio todo”, al considerar que ya no existe espacio para participar ni aportar desde su trinchera.
Benítez Ojeda aprovechó también para decirle a su otrora dirigente nacional, que el que habita en el Bicentenario ha emulado sus pasos al sentirse como él, dueño único del PRI -con escrituras y derechos a perpetuidad-
La salida del exdirigente estatal del PRI se registra a unos días de la migración del exgobernador Maximiliano Silerio Esparza a las filas de Morena. Por ello atajó las voces que lo señalarían de traición al adelantar que quienes han traicionado son aquellos “que gobiernan sin principios, los que han colocado extraños o ajenos en los cargos o en las candidaturas y los que han olvidado que la lealtad tiene dos vías: de ida y de vuelta.”
Benítez Ojeda recordó sus inicios en el PRI en 1985, cuando comenzó como activista y operador electoral, y su trayectoria como servidor público en gobiernos emanados del tricolor. Destacó que en cada responsabilidad entregó resultados, incluso en los momentos más complejos del partido a nivel estatal.
También cuestionó la actual dirigencia nacional y a quienes, desde lo local, traicionan los principios del partido al apoyar a otros sectores bajo intereses particulares. Afirmó que su salida no es un acto de confrontación, sino una decisión reflexionada para seguir contribuyendo al desarrollo de Durango y México desde otros caminos.
Luis Enrique Benítez enfatizó que su renuncia es al PRI, no a la política, y expresó su gratitud hacia la militancia que lo acompañó en su trayectoria. “La lucha y las convicciones continúan, los ideales no cambian”, concluyó.