Como su formación política sobre la democracia es autoritaria, en la lista de los abajofirmantes que apoyaron el columnista Héctor de Mauleón por la violación de su derecho constitucional a la crítica sorprendió en el lugar 41 el nombre de Lorenzo Córdova Vianello, hoy expresidente del INE.
Pero esta firma solo demuestra que Córdova, egresado de la Escuela de Turín de Norberto Bobbio en Italia, es nada menos que –en el modelo de Ignacio Sánchez Cuenca– un caso de desfachatez intelectual o una expresión de lo que es ser un caradura priista en la política. El modelo de represión contra De Mauleón usado por el Instituto Electoral de Tamaulipas lo inventaron en el INE Córdova y su escudero Edmundo Jacobo Molina, el primero como presidente del Instituto y el segundo como secretario Ejecutivo.
El modelo de represión de la libertad de expresión de Córdova y Jacobo consistió en la colocación de reglamentos procedimentales para procesos electorales del Instituto por encima de la libertad absoluta de prensa, opinión y pensamiento que consagra la Constitución como principio democrático. Córdova y Jacobo acosaron a periodistas por no respetar un reglamento del Instituto, a pesar de que se invocó la libertad constitucional de prensa en los procedimientos jurídico-administrativos con amenazas de hacer los penales
Entre otros, Córdova y Jacobo abrieron procedimientos de persecución correctiva contra Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga y el autor de Indicador Político, pero en este último caso inclusive el INE de Córdova y Jacobo inició una persecución amenazante contra los periódicos que reproducían los textos del columnista para exigirles información administrativa y obligarlos a cancelar el compromiso de reproducción de textos periodísticos.
El Instituto Electoral de Tamaulipas está invocando la doctrina dictatorial Córdova-Jacobo para censurar al columnista De Mauleón e inclusive obligar al periódico El Universal a borrar de su archivo digital los textos del periodista. Es exactamente lo mismo que hicieron Córdova y Jacobo para imponer la línea autoritaria anticonstitucional de libertad restringida de prensa en procesos electorales, a pesar de que Córdova le gustaba presumir su formación de democratización moderna con los principios de Robert Dahl de que la democracia se probaba con la información y la participación, pero en los hechos condicionando la información al voluntarismo caprichoso de las autoridades electorales.
El proceso contra el autor de Indicador Político duró tres años, Córdova y Jacobo rompieron el sello de secrecía del padrón electoral para obtener la dirección particular del columnista que no aparecía en la credencial por razones de seguridad pero sí en el padrón original y enviaron recurrentemente a funcionarios del INE –como ocurrió con De Mauleón– a pegar citatorios en el domicilio particular, a pesar de que se trataba de un asunto que tiene que ver con el lugar de trabajo.
Córdova y Jacobo se pasaron las reglas democráticas y constitucionales por el arco del triunfo, obligaron a la mayoría de consejeros electorales a votar por sanciones contra el columnista de Indicador Político, utilizó el poder de la institución para exigirle al SAT el archivo fiscal del periodista (sin éxito porque fueron bateados) y sobre todo echar todo el peso de la autoridad sobre periódicos que reprodujeron –la litis del caso– una columna que citaba en dos párrafos una encuesta que presuntamente no ha sido registrada en el Instituto, pero con la intención de atemorizar a los periódicos del interior de la República.
Córdova y Jacobo perdieron todo el procedimiento y de manera arbitraria le impusieron al columnista, después de tres años de litigio, una multa de casi 14,000 pesos; el equipo de abogados de Indicador Político, bajo la dirección de Erick Heras, le ganó todas las instancias al INE y consiguió que el Tribunal Electoral solo emitiera por presión de Córdova y Jacobo una amonestación pública que el columnista debió publicar en su sitio internet tres años para una multa al final de 0 pesos.
El modelo del Instituto Electoral de Tamaulipas contra De Mauleón por columnas documentadas e información verificada contra la candidata judicial Tania Contreras es exactamente el mismo de Córdova y Jacobo, por lo que la firma del expresidente del INE en la carta de apoyo al columnista de El Universal fue un acto supremo de hipocresía moral e intelectual.
Los casos de persecución y coerción de la libertad constitucional de prensa que operaron Córdova y Jacobo en el INE y el actual del instituto Electoral de Tamaulipas contra De Mauleón y El Universal deben fijar ya el principio jurídico de que ningún reglamento administrativo puede estar por encima de las garantías constitucionales.
Lo malo de todo es que hoy Córdova se rasga las vestiduras de su disfraz académico de defensor de la democracia constitucional que no respetó en el INE.
Política para dummies: la política es la botarga de los hipócritas.
Tik Tok y Pregúntale a Carlos Ramírez en http://elindependidente.mx
El contenido de esta columna es responsabilidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.
http://elindependiente.com.mx
@carlosramirezh