En el beisbol, la superstición no es un capricho: es una segunda piel. Desde Wade Boggs cenando pollo antes de cada juego y escribiendo “Chai” en la tierra con su bate, hasta Turk Wendell cepillándose los dientes entre innings y saltando cada línea de cal como si fueran minas enterradas en la tierra, la historia del diamante está repleta de rituales que bordean la obsesión, como la del peruano-venezolano Jesús Luzardo.
Este jueves por la noche, cuando el zurdo de Phillies, Jesús Luzardo, suba al montículo en el Tropicana Field para enfrentar a los Rays, no será simplemente otra apertura en su calendario. Para Luzardo, cada juego es una coreografía meticulosa de rituales y supersticiones que rayan en lo cabalístico.
Desde que fue adquirido por los Phillies en diciembre de 2024, Jesús Luzardo ha impresionado con una efectividad de 1.94 y un récord de 3-0 en sus primeras siete aperturas, la mejor marca para un lanzador de los Phillies en sus primeras siete salidas desde Roy Oswalt en 2010. Pero detrás de estos números hay una rutina obsesiva que guía cada uno de sus movimientos.
LA AFINIDAD DEL PITCHER JESÚS LUZARDO POR EL CUATRO Y OCHO
Luzardo, quien porta el número 44 en su camiseta, tiene una afinidad particular por los números cuatro y ocho. “Soy un fanático de los números”, confesó en una entrevista con MLB.com. “Desde pequeño, el cuatro y el ocho me han dado buena suerte”.
Esta obsesión se manifiesta en su rutina previa al juego. Comienza su preparación exactamente dos horas y 20 minutos antes del primer lanzamiento, una suma que da cuatro (2+2+0=4). El momento en que entra al campo y realiza su primer lanzamiento también está cuidadosamente calculado para que las cifras sumen cuatro u ocho.
Por ejemplo, en su apertura del 2 de mayo contra los Diamondbacks, entró al campo a las 6:16 p.m. (6+1+6=13; 1+3=4) y realizó su primer lanzamiento a las 6:20 p.m. (6+2+0=8). “Todo se reduce al minuto”, explicó Luzardo. “Dos horas y 20 minutos cada vez, así que estoy preparado para cuando salgo”.
OTRAS SUPERSTICIONES DEL PITCHER JESÚS LUZARDO
La meticulosidad de Luzardo no se limita al reloj. Sus supersticiones abarcan desde el café que bebe hasta la forma en que salta la línea de foul al salir del dugout.
“Voy a Starbucks”, dijo. “Siempre es Starbucks. Soy un gran aficionado a las cafeterías locales, pero los días de inicio tengo que ir a Starbucks”. Su pedido es siempre el mismo: café frío con leche de almendras.
En cuanto a su equipo, Luzardo solía usar el mismo guante negro en todos los partidos. Este año, decidió alternar entre un guante negro y uno crema, en un intento de reducir sus supersticiones. “Lo estoy desglosando por partes”, dijo. “No puedo eliminarlas todas de una vez”.
Sus gafas también forman parte de su ritual. Aunque su vista es casi perfecta, Luzardo comenzó a usar gafas de sol de niño porque le costaba ver las señas del receptor. En 2021, dejó de usarlas y su desempeño se resintió. Desde que las recuperó, no ha dejado de usarlas.
“Un día las dejé en casa en el 22. Estábamos en Atlanta. Dije: ‘Tengo que comprarme unas gafas. No puedo lanzar sin gafas’. Así que fui a una tienda Oakley en Atlanta y compré unas normales. Lancé bien y desde entonces pensé: ‘No puedo cambiarlas’”.