Para una afición tan apasionada como la de Cowboys, mantener la esperanza en una temporada llena de descalabros es una tarea casi imposible. Mientras queden partidos por disputar, la ilusión persiste, pero cuando las lesiones y los errores se acumulan, la fe comienza a desvanecerse.
El reciente partido contra Falcons marcó un punto crítico en la temporada de Cowboys. En la Semana 9 de la NFL, perdieron a su quarterback estrella, Dak Prescott, por una lesión en el tendón de la corva en el tercer cuarto. Esta baja crucial se sumó a las dificultades que ya enfrentaba el equipo, acentuadas por los problemas físicos de su receptor abierto, CeeDee Lamb, quien sufrió molestias en el hombro a lo largo del encuentro.
A pesar de los esfuerzos del equipo, la defensa de Falcons se mostró implacable, limitando a la ofensiva de Dallas y aprovechando las oportunidades para sellar una victoria contundente por 27-13 y propinarle al equipo texano, su tercer descalabro en fila. Esta derrota dejó a los Vaqueros de Dallas con récord de 3-5, con dos próximos enfrentamientos en casa contra Eagles y Texans.
Jugadores de Vaqueros y Halcones.
Antes de abandonar el campo, Prescott había estado en buena forma, completando el 75 por ciento de sus pases sin cometer errores. Sin embargo, Cooper Rush, quien asumió el rol de quarterback tras la lesión de Prescott, logró mantener el ritmo, acumulando 115 yardas de pase y una anotación tardía a Jalen Tolbert, que dio a Dallas una ligera esperanza hasta que fallaron en recuperar una patada corta decisiva.
KIRK COUSINS, CON LABOR DESTACADA
Por otro lado, Kirk Cousins, el quarterback de los Halcones de Atlanta, tuvo una actuación destacada, lanzando tres pases de touchdown y consolidando a su equipo en el primer lugar de la NFC Sur.
Cousins completó 19 de 24 pases para 222 yardas, incluyendo una racha de 13 pases completos consecutivos. Sus jugadas de anotación a Drake London, Darnell Mooney y Ray-Ray McCloud fueron las claves mayores en la partitura de la victoria.
Atlanta perdió a su mejor receptor en el primer cuarto cuando London cayó con fuerza sobre su cadera derecha después de recibir el pase de anotación de Cousins. Se subió a la bicicleta estática en la línea lateral, tratando de relajar su cadera, pero fue descartado para el resto del juego en el medio tiempo.
La racha de tres derrotas consecutivas es la más prolongada para Cowboys desde la temporada 2020, cuando finalizaron con un récord negativo de 6-10. Esta tendencia preocupante coloca al entrenador Mike McCarthy en una posición difícil, con crecientes críticas sobre su gestión. Decisiones cuestionables durante el partido, como un engaño de despeje y una barrida en cuarta oportunidad por parte de Lamb que resultó en una pérdida de yardas, no ayudaron a su causa.
Además, la línea ofensiva de Dallas mostró serias deficiencias, permitiendo tres capturas a una defensa de los Falcons que había tenido dificultades para generar presión en las primeras ocho semanas de la temporada. Estas fallas estructurales suman más presión a un equipo que lucha por mantenerse competitivo en medio de una serie de lesiones, errores y 30 años sin disputar el Super Bowl.
DETROIT TOMA EL CONTROL TOTAL DE LA DIVISIÓN NORTE DE LA NFC
En un campo hostil y bajo una lluvia incesante, Lions demostró que están preparados para cualquier desafío. Con una victoria sólida de 24-14 sobre Packers, Detroit mejoró su récord a 7-1, reafirmando su liderazgo en la NFC Norte y silenciando a la multitud en Lambeau Field.
La tarde no comenzó fácil para los Leones de Detroit, que enfrentaron condiciones adversas: un campo resbaladizo y la presión de jugar fuera de su domo habitual. Sin embargo, el equipo mostró una capacidad impresionante para adaptarse. A pesar de acumular menos de 250 yardas de ofensiva total, su juego inteligente y preciso permitió superar a Packers.
El partido tomó un giro crucial en el segundo cuarto. Con Green Bay buscando cerrar la brecha, el safety de Detroit, Brian Branch, fue expulsado por un golpe casco a casco. Esto parecía darle a Packers una oportunidad dorada, pero no lograron capitalizarla. Brandon McManus falló un gol de campo de 46 yardas, dejando puntos en el campo. En respuesta, Lions avanzó y Jake Bates convirtió un gol de campo de 27 yardas para extender la ventaja de Detroit a 10-3.
Minutos después, Jordan Love, de Packers, cometió un error crucial. Bajo presión, lanzó un pase que fue interceptado por Kerby Joseph, quien devolvió el balón 27 yardas para un touchdown.
En la segunda mitad, Lions continuó imponiéndose. Jared Goff, con una actuación eficiente de 18 de 22 pases para 145 yardas, lideró una serie que culminó en un touchdown de 15 yardas de Jahmyr Gibbs en cuarta oportunidad. Este movimiento audaz amplió la ventaja a 24-3, poniendo el partido fuera del alcance de Packers.
A pesar de una última ofensiva de Green Bay, que incluyó un touchdown de Emanuel Wilson y una conversión de dos puntos, el daño ya estaba hecho. Lions recuperó la patada corta y agotaron el tiempo restante, sellando su tercera victoria consecutiva en Lambeau Field y obteniendo mayor ventaja en su lucha por el Norte de la NFC.