Javier Milei anunció que iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería para identificar “impulsores de agendas enemigas de la libertad”. (TOMAS CUESTA)

El voto de Argentina a favor de Cuba en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) provocó la decisión inmediata del presidente Javier Milei de designar un nuevo canciller e iniciar una auditoría entre los diplomáticos de carrera para “identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”.

Diana Mondino, quien comandaba el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto desde el inicio del Ejecutivo de Milei, en diciembre pasado, presentó su renuncia, este miércoles 30 de octubre, la cual fue aceptada, según el gobierno.

Gerardo Werthein fue designado en su reemplazo, quien es veterinario y destacado empresario, presidente del Comité Olímpico Argentino entre 2009 y 2021 y exmiembro del Comité Olímpico Internacional, un hombre cercano a Milei, quien desde abril pasado se desempeñaba como embajador en Estados Unidos.

La salida de Mondino se confirmó al cabo de una ola de rumores sobre su inminente eyección del Gabinete de Milei tras el voto de Argentina en la Asamblea General de la ONU, que se sumó a otros 186 Estados para la aprobación de una resolución sin efectos vinculantes contra las sanciones de Estados a Unidos a Cuba, prolongados por 62 años y que han supuesto un duro golpe a la economía de la isla.

Lo que sorprendió es que, con el rotundo giro en materia de política exterior tras la llegada de Milei a la Casa Rosada, en esta ocasión Argentina no cambiara su voto y acompañara a Estados Unidos e Israel, únicos dos países que rechazaron la resolución de la ONU.

Milei ha señalado a Estados Unidos e Israel como los aliados de su Gobierno en materia de política internacional y ha expresado en reiteradas ocasiones su enfático rechazo a la izquierda.

El mandatario de ultraderecha, incluso, cuestionó en su intervención del pasado 24 de septiembre en la Asamblea General de Naciones Unidas que esa misma organización “que dice defender los derechos humanos” haya “permitido el ingreso al Consejo de Derechos Humanos a dictaduras sangrientas como la de Cuba y Venezuela, sin el más mínimo reproche”.

Al confirmar la salida de Mondino, la Oficina del Presidente aseguró en un comunicado que Argentina “se opone categóricamente a la dictadura cubana y se mantendrá firme en la promoción de una política exterior que condene a todos los regímenes que perpetúan la violación de los derechos humanos y las libertades individuales”.

Aseguró que Argentina “defenderá los mencionados principios en todos los foros internacionales en los que participa” y atribuyó a Werthein la responsabilidad de liderar ahora “la continuidad de la transformación en la política exterior” del país suramericano.”

El Gobierno de Javier Milei aseguró que dará inicio a una auditoría del personal de carrera de la Cancillería para identificar “impulsores de agendas enemigas de la libertad”.

Hace casi dos semanas, Milei había enviado una nota oficial a todos los embajadores y altos funcionarios del Servicio Exterior argentino para exigirles compromiso con “las ideas de la libertad” y advertirles de que “quienes no se encuentren en condiciones de asumir los desafíos que depara el rumbo adoptado en defensa de las ideas de la libertad deberán dar un paso al costado”.