
La estadunidense Simone Biles se despidió este lunes de los Juegos de París sumando una nueva plata a su palmarés, pero sin lograr igualar el récord de la soviética Larissa Latynina como la gimnasta más laureada de la historia.
Una pequeña caída en la viga de equilibrio y la potencia de la brasileña Rebeca Andrade, que ganó el oro en suelo por delante de Biles, le arrebataron los dos oros que necesitaba, ante un entregado público en la capital francesa.
En los Juegos de París, la contienda deportiva más paritaria de la historia olímpica, sólo la nadadora estadunidense Katie Ledecky habrá logrado igualar los nueve oros de Latynina y su récord de la mujer con más coronas en los Juegos.
Pero Biles no se va con las manos vacías. A los cuatro oros de Rio 2016, suma otros tres obtenidos en estos Juegos de París, además de la plata en suelo, y el sentimiento de haber superado el trance de Tokio 2020, cuando abandonó.
“Nunca digas nunca, pero me estoy haciendo mayor”, respondió el sábado la gimnasta de 27 años, preguntada sobre si se ve participando en Los Ángeles 2028, dejando en el aire su futuro.