alcalde Daniel Herrera La alcaldesa Daniel Herrera.

Daniel Herrera, de 32 años, ha salido triunfante en la elección del 2 de junio para la presidencia del pequeño pueblo de Tanhuato, Michoacán, bajo la autoadscripción de mujer transgénero, aunque no lo es. Su argumento es que cumple con la cuota de no discriminación por ser parte de la comunidad LGBT+. La autoridad electoral y representantes de ese sector no piensan lo mismo porque, por reglas de paridad, su plaza estaba reservada a una mujer y Herrera no cumple si quiera con la autodeterminación de género. El presidente municipal de Tanhuato se perfila para formar parte de una larga lista de simulaciones cometidas por los partidos echando mano de los beneficios que les da la autoadscripción y las acciones afirmativas. Solo en el Michoacán suman ocho hombres que han llegado al mismo número de presidencias municipales por cuota de paridad de género como mujeres transgénero en las pasadas elecciones.

Aunque se trata de asuntos locales, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha reaccionado a la situación de presunta simulación. “Me parece inadmisible una presunta usurpación”, dijo la consejera Claudia Zavala. “La paridad son lugares que se reservan para las mujeres y si es un hombre homosexual es hombre. Porque aquí él dice ´yo no me identifico como mujer trans, yo soy homosexual’. Entonces ahí están usurpando lugares que corresponden a las mujeres”, señala la consejera Zavala. Aunque aclara que se debe analizar expediente por expediente y que, en adelante, este y otros casos están en la cancha de los tribunales electorales.

Las acciones afirmativas fueron establecidas mediante acuerdo a favor de personas o grupos en situación de discriminación con el objetivo de corregir la falta de representación, inclusión e igualdad en el disfrute de sus derechos y libertades. En tanto la autoadscripción se trata de darle un voto de confianza a los partidos y a sus candidatos para reconocerse dentro de una comunidad.

El presidente municipal electo de Tanhuato defiende que su postulación y su triunfo en el cargo para el que fue electa o electo. “Mi trabajo es llegar representando a una minoría y ver también por esa minoría. Independientemente de que se está maximizando la situación, se está cumpliendo con la idea de defender los derechos de un grupo en situación de discriminación”, dice por teléfono. Insiste en que es parte de la comunidad LGBT+ pero evade la pregunta de si es considera una mujer trans. Da la vuelta y pone por delante el trabajo territorial en el poblado. Pide que antes de cuestionarlo se conozca su historia de discriminación que lo llevó a defender sus derechos. “En el trabajo me sentía discriminado. Me pasó en un trabajo, habíamos dos Danieles y decían ´él es Daniel y él es Dani por que es joto, el diminutivo de Dani porque se relaciona con niña´”, relata. Por tercera vez evade la pregunta. “Soy de la comunidad y finalmente todos somos de la comunidad”, insiste. Un día antes se filtró un audio en donde confiesa que no es una mujer transexual, aunque sí pertenece a la comunidad gay.

Herrera añade que él no sabía que fue postulado como mujer transgénero. “Algún representante de la comunidad decía que nos invitaba a todos [los hombres que ganaron la elección por paridad de género] a ir en tacones y en falda. En mi caso en lugar de que me exijan ir en tacones, que me exijan políticas públicas en favor de la comunidad”.

Las fraudes aprovechando las reglas de paridad no son nuevos. En septiembre de 2009 un grupo de mujeres Las Juanitas del PAN, PRD y PT pidieron licencia a sus diputaciones federales para dar paso a sus suplentes hombres. Curules que obtuvieron bajo el principio de paridad, cuando apenas se allanaba el camino de las mujeres para tener participación igualitaria en los cargos públicos. En 2018 llegaron las Manuelitas, otro grupo de 50 mujeres que renunciaron a diputaciones y regidurías para cedérselas a hombres de su partido, el Verde Ecologista. Aunque las estrategias han cambiado los partidos siguen recurriendo a estas prácticas.

En la región michoacana, candidatos a presidencias municipales de todos los partidos aparentemente han burlado la ley: Alberto Orobio Arriaga, de Ziracuaretiro; José Enrique Mora, de Purépero, Jorge Estrada, de Ecuandureo y Rubén Torres de Charapan, todos del PAN, PRI y PRD. Así como: Apolonio Ureña, de Tumbiscatío candidato de Morena; Octavio Chávez, de Lagunillas del PT y PES y Martín Alexander Escalera, del partido local Más Michoacán en Peribán, todos han ganado sus municipios como mujeres, en su caso mujeres transgénero, sin presuntamente serlo.

“Debemos revisar caso por caso, desde el momento en el que se coloca a un hombre homosexual en el lugar de una mujer, claro que están acaparando un lugar a través de un fraude a los acuerdos”, señala la consejera. Este diario buscó al presidente del Instituto Electoral de Michoacán, Ignacio Hurtado, sin obtener respuesta. Sin embargo, serán los tribunales quienes resuelvan cada caso mediante las pruebas que se presenten para comprobar la autoadscripción.