Familiares de víctimas de accidentes de aviones Boeing gritan durante una audiencia del Subcomité de Investigaciones de Seguridad Nacional del Senado en Capitol Hill el martes 18 de junio de 2024, en Washington. Foto Ap

Nueva York. El presidente de Boeing, Dave Calhoun, reconoció el martes ante una comisión investigadora del Senado estadunidense la “gravedad” de la situación en la que se ve envuelto el gigante de la aviación tras deficiencias de seguridad de sus aviones.

“Me disculpo por el dolor que hemos causado, y quiero que sepan que estamos totalmente movilizados, en su memoria, para trabajar y centrarnos en la seguridad durante el tiempo” que sea necesario, dijo Calhoun a familiares de las víctimas de los accidentes aéreos de dos Boeing, ocurridos en 2018 y 2019, que sostenían pancartas y fotos de sus seres queridos.

Calhoun dijo que Boeing asumió la responsabilidad por el desarrollo de un sistema de software clave vinculado a los accidentes mortales de 2018 y 2019 en Indonesia y Etiopía, en los que murieron 346 personas.

“Nuestra cultura está lejos de ser perfecta, pero estamos tomando medidas y progresando”, sostuvo Calhoun. “Comprendemos la gravedad (de la situación) y nos comprometemos a avanzar con toda transparencia y responsabilidad”, agregó.

Se trata de la primera vez que Calhoun es interrogado públicamente desde el incidente del 5 de enero, cuando un 737 MAX 9, entregado en octubre a Alaska Airlines, perdió una puerta en pleno vuelo.

El senador Richard Blumenthal, que preside el subcomité, dijo en la audiencia que existen pruebas abrumadoras para que el Departamento de Justicia de Estados Unidos emprenda acciones judiciales contra Boeing.

Según un informe preliminar de la Agencia de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB), varios pernos de sujeción no habían sido sustituidos tras trabajos realizados en la cadena de montaje.

El fabricante aeronáutico estadunidense acumula desde hace meses problemas de producción y calidad en sus aviones comerciales (737 MAX, 787 Dreamliner y 777).

En mayo, los fiscales determinaron que Boeing no había “diseñado, aplicado y ejecutado un programa de cumplimiento y ética” como parte de un acuerdo de procesamiento diferido tras los accidentes mortales. Los fiscales tienen hasta el 7 de julio para informar de sus planes a un juez federal de Texas.