Policías y autoridades locales inspeccionan el área donde se registró una explosión en Jamundi, Valle del Cauca. Foto Afp

Bogotá. Con transmisión en directo por varias cadenas de radio, 12 policías enfrentaron a lo largo de toda la mañana de hoy un ataque masivo de al menos 120 guerrilleros que utilizaron armas de alta gama y explosivos artesanales en el departamento del Cauca, al suroccidente de Colombia.

El tableteo de las ametralladoras sirvió de banda sonora a la transmisión que hicieron periodistas locales desde la pequeña población montañosa de Morales, evocando sin remedio la vieja escena de las tomas de municipios por parte de fuerzas irregulares. Según cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), desde el comienzo del conflicto interno colombiano, a mediados de los años 60’, ha habido mil 900 incursiones de grupos armados al margen de la ley a cabeceras municipales. Sin embargo esta prática había disminuido sustancialmente tras la firma de los acuerdos de paz de 2016 entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las hoy extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Hacia el mediodía, después del inicio del asalto, el gobernador del Cauca, Jorge Octavio Guzman confirmó que dos policías murieron y tres sufrieron graves heridas, mientras se registraban importantes daños en la infraestructura de Morales.

Una hora antes de esta arremetida unidades guerrilleras de los frentes Jaime Martínez y Dagoberto Ramos, pertenecientes a disidencias de las FARC que no se acogieron a los acuerdos de 2016 hicieron explotar un auto-bomba frente a un hotel de la población de Jamundí, con saldo de otros dos policías y nueve civiles heridos, entre ellos tres menores de edad.

Fuentes militares reportaron escaramuzas en las poblaciones de Suárez y Dagua, también en el departamento del Cauca.

Las estructuras armadas que atacaron hoy hacen parte del llamado Bloque Occidental de las disidencias que hasta hace solo tres meses sostenían un alto al fuego con el Ejercito Nacional, en el marco de negociaciones de paz iniciadas por el presidente Petro a mediados de 2023.

Disidencias de las disidencias

Con unos 2 mil 800 hombres en armas el Bloque Occidental se desligó del resto de la organización, a cuyos líderes acusó de traidores y de provocar una división interna.

Según fuentes militares al menos 15 frentes de las disidencias operan en los departamentos de Cauca, Putumayo y Nariño, en especial en áreas dedicadas a economías ilegales como la extracción de oro y la siembra de coca y mariguana. Nariño es considerado uno de los mayores productores de coca del país y puerto de exportación de cocaína a través del océano pacífico.

Al mando de un enigmático comandante llamado Iván Mordisco estas estructuras se levantaron de la mesa de negociaciones con el gobierno, que en la actualidad solo sostiene pláticas con los bloques Oriental y del Magdalena Medio que suman unos 1.500 combatientes, analistas militares opinaron que los ataques simultáneos de hoy fueron la respuesta de las disidencias a una ofensiva, con artillería pesada, del ejercito en la población de El Plateado en el mes de abril que dejó decenas de guerrilleros abatidos.

En rueda de prensa, gobernador del Cauca reclamó al Gobierno Nacional que no haya aumentado el pie de fuerza del ejercito en su departamento, donde -según dijo- actúan 11 grupos armados ilegales.

El presidente Gustavo Petro ordenó al ministro de Defensa Iván Velásquez desplazarse al Cauca con los altos mandos militares y escribió en su cuenta de X “Es inaceptable la situación en el Cauca. No toleraremos que se siga atemorizando a la población con atentados terroristas.”

Por su parte la senadora de oposición Paloma Valencia acusó al gobierno de propiciar el actual escalamiento de la confrontación bélica, “el Presidente debe hacer presencia en el Cauca de manera inmediata y afrontar las consecuencias de su política de paz total que le entregó el territorio Caucano y le permitió a los ilegales aumentar sus hombres en la guerra”.