¿Banxico, en modo ‘paloma’? Hay condiciones para evaluar recortes a la tasa, afirma

Victoria Rodríguez, gobernadora del Banco de México, explicó que, aunque se mantuvo la tasa en 11%, esto no representa que vean un freno en la baja de la inflación, sino que los choques que inciden en el indicador tardarán más en disiparse.

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El proceso desinflacionario en el país no se ha detenido, aunque ha sido más complejo de lo esperado; sin embargo, el panorama es menos adverso a lo que se observó en años anteriores y eso brinda el espacio para evaluar bajas a la tasa, afirmó Victoria Rodríguez, gobernadora del Banco de México (Banxico).

En entrevista con El Financiero, explicó que, aunque se mantuvo la tasa de referencia en 11 por ciento, esto no representa de ninguna forma que vean un freno en la baja de la inflación, sino que los choques que inciden en el indicador tardarán más en disiparse.

“A mi juicio, ya estamos en una situación en la cual podemos subsecuentemente evaluar el continuar con ajustes a la baja en la tasa de referencia, dependiendo de la evolución del panorama inflacionario en su conjunto y esto es lo que haremos en nuestras siguientes reuniones de política monetaria, comenzando con la próxima que tenemos el 27 de junio”, manifestó.

Recordó que la última vez que ajustaron la tasa al alza fue en marzo de 2023, a 11.25 por ciento, en un momento en el que la inflación se encontraba en 6.85 por ciento y el componente subyacente en 8.09 por ciento.

Datos del Inegi demuestran que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 4.65 por ciento anual en abril, luego de 4.42 por ciento en marzo, y con ello, ligó dos meses de acelerarse.

Al respecto, Victoria Rodríguez argumentó que el aumento de la inflación general entre febrero y abril obedeció a un repunte del componente no subyacente que es muy volátil, pero el indicador subyacente ha seguido con una trayectoria decreciente muy clara.

“La persistencia en la inflación de servicios sí ha sido mayor a la que habíamos contemplado. Es por ello que ahora consideramos que los efectos de los choques se van a continuar disipando, pero más gradualmente de lo previsto”, reiteró.

Por ello, el Banco de México revisó al alza sus pronósticos de inflación para seis trimestres y aplazó a finales de 2025 la convergencia del indicador a la meta de 3.0 por ciento, pero “nuestro compromiso con el objetivo de estabilidad de precios se ha mantenido intacto a lo largo de todo este periodo, es lo que ha sido la base de nuestro actuar en todo momento”, destacó.

La gobernadora del banco central afirmó que la percepción del mercado y analistas, sobre el comunicado y la pasada decisión de política monetaria, es favorable, porque siguen viendo a la Junta de Gobierno ocupada en su tarea de controlar la inflación, como lo han hecho a lo largo de todo este episodio. “Todas las decisiones que hemos tomado de todo este ciclo han sido congruentes con la consecución de nuestro mandato constitucional”, reafirmó.

Ajustarán previsiones
Por otro lado, Rodríguez Ceja ahondó que la debilidad económica observada en el último trimestre de 2023 se contagió en los primeros tres meses de este año, sobre todo en el mes de enero, pero en los dos meses posteriores se tuvo un mejor dinamismo.

Lo anterior se tomará en cuenta para actualizar las perspectivas económicas que plasme el banco central en su próximo reporte trimestral, ya que es un elemento que revisan para ver el desenvolvimiento de los choques sobre la inflación.

“Estamos evaluando las implicaciones que el comportamiento de la actividad a principios del año pudiera tener sobre nuestras proyecciones para el año en conjunto y nuestros pronósticos de crecimiento los estaremos actualizando en el próximo informe trimestral hacia finales de mayo”, señaló.

En febrero, el banco central redujo de 3.0 por ciento a 2.8 por ciento su estimación para la economía nacional al cierre de este año, en parte porque las elecciones desacelerarían la actividad en el segundo semestre de 2024.

En prospectiva, asentó que seguirán con el monitoreo de todos los determinantes de la inflación, incluidos los mercados financieros y el cambiario, para garantizar que sus condiciones de operación sean de manera ordenada, como se ha comportado hasta el momento, concluyó.