Vidulfo Rosales, abogado de los padres 43 normalistas, declaró en entrevista que se aguardaría la reunión, y advirtió que podría “haber un escalamiento de la protesta, estamos trabajando para hacer extensivo y más masiva la protesta. [Fotografía. Cuartoscuro]

Integrantes del plantón de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, el cual tenía más de una semana instalado frente a Palacio Nacional, dieron portazo en una de las entradas del recinto, en demanda de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Minutos después de las 9:00 horas de ayer, mientras el mandatario daba su conferencia de prensa, los manifestantes rompieron la puerta que está en la calle de Moneda 1, al hacer chocar una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que cotidianamente está afuera de este ingreso, y la cual tomaron por la fuerza.

El vehículo fue colocado en modo neutral y mediante empujones del grupo fue echándolo de reversa contra la entrada, hasta romper la puerta y abrirla, mas no tirarla; la Policía Militar que resguarda los ingresos reaccionó lanzando gas lacrimógeno.

Los manifestantes también rompieron vidrios y dejaron pintas con las leyendas “+43#” y “sólo queremos diálogo”.

Ante el actuar de los manifestantes, el Salón Tesorería, sede de la conferencia del Presidente, fue cerrado, y no se permitió la salida a los medios de comunicación; sin embargo, desde dentro se observó movilización del personal militar y cómo los gases lacrimógenos se extendieron hasta los Patios Marianos.

Durante la conferencia, se le cuestionó al mandatario sobre los hechos, los cuales calificó como parte de una provocación, pues en días pasados hicieron destrozos en la Secretaría de Gobernación y en la Lotería Nacional.

“Ya la actitud, no de los padres, sino de los asesores y de las organizaciones que supuestamente defienden derechos humanos, es una actitud, en el mejor de los casos, política, muy de confrontación en contra nuestra; o sea, de provocación, y nosotros pues no queremos para nada la confrontación”, sentenció el Presidente.

A López Obrador se le preguntó si el asunto ya tenía una tónica electoral, a lo que respondió de manera positiva. “Sí, y politiquero, lamentable. Muchos de los padres ni siquiera tienen toda la información, porque les prohíben los abogados hablar con nosotros”.

Recordó que él ofreció entregarles una información que estaban solicitando, y rechazaron recibirla.

Sobre el portazo, agregó que “se va a arreglar la puerta y no hay ningún problema”.

A los manifestantes ofreció que fueran recibidos por Arturo Medina, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, pero él recibiría a los padres dentro de 15 o 20 días, “porque quiero tener más pruebas de cómo se manipuló la investigación para proteger a ciertas gentes”, y cómo sus abogados están vinculados a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el senador Emilio Álvarez Icaza y el Centro ProDH.

En un comunicado de prensa, la Secretaría de Gobernación informó que el subsecretario se contactó con los familiares de los 43 normalistas; sin embargo, “la representación de madres y padres insistió que dentro de sus acuerdos estaba únicamente reunirse con el Presidente”.

Previamente, Vidulfo Rosales, abogado de los padres, declaró en entrevista que se aguardaría la reunión, y advirtió que podría “haber un escalamiento de la protesta

, estamos trabajando para hacer extensivo y más masiva la protesta si en los próximos meses no hay diálogo” con el jefe del Ejecutivo.

Luego de las 10:00 horas, personal de la Fiscalía General de la República (FGR) acordonó la zona vandalizada y recolectó evidencias.

Es la primera vez en el sexenio del presidente López Obrador que se rompe una puerta de Palacio Nacional.

Durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, la puerta central del recinto fue quemada también por manifestantes que asistieron a la marcha para demandar la aparición de los estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, el 9 de noviembre de 2014, año en que sucedieron los hechos.