Protesta de agricultores en el centro de la ciudad vasca española de Bilbao, el 9 de febrero de 2024. Foto Afp

Ante el avance paulatino pero sin tregua de los miles de agricultores españoles que se manifiestan por todo el país para exigir una serie de mejoras, el Ejecutivo español, del socialista Pedro Sánchez, ordenó un dispositivo policial masivo, con más de cinco mil agentes movilizados sólo para impedir que los tractores de los trabajadores del campo entren a Madrid y Valladolid, sus dos objetivos para este sábado. La tensión es máxima y ya suman hasta 20 personas detenidas por enfrentamientos con los agentes antidisturbios y más de ocho mil personas identificadas que previsiblemente serán multadas por sanciones de diverso grado.

En el cuarto día consecutivo de protestas de los agricultores españoles, miles de personas mantienen la protesta en las carreteras, las calles de las ciudades y en las entradas y salidas de los grandes mercados de abasto. El objetivo es provocar una crisis de desabasto y llamar así la atención de las autoridades para que atiendan a sus reivindicaciones, que, al igual que el resto de los agricultores europeos, pretenden una serie de reformas en la normativa europea de medio ambiente, además de la revisión de los acuerdos de libre comercio en negociación con el Mercosur, Chile y México, entre otros, al considerar que hay cláusulas que podrían suponer una competencia desleal a su actividad profesional.

Entre las ciudades que los agricultores españoles lograron penetrar y entrar con sus tractores destacó sobre todo Zamora, donde centenares de vehículos agrarios colapsaron la ciudad, además de Pamplona, Oviedo y Zaragoza. Pero el principal objetivo de los manifestantes es entrar de forma masiva en Madrid, donde aspiran a concentrarse frente a las dependencias del ministerio de Agricultura, y Valladolid, donde en la noche del sábado se celebrará la gala de los premios de cine Goya y a la que acudirán destacados representantes de la política española, encabezados por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que hasta la fecha no se ha reunido con los representantes de los agricultores. Como sí han hecho otros políticos autonómicos, como el presidente de Cataluña, el nacionalista Pere Aragonés, el andaluz, el conservador Juan Manuel Moreno Bonilla, o el el socialista que preside Asturias, Adrián Barbón.

El gobierno ordenó movilizar a más mil 300 agentes antidisturbios sólo en las inmediaciones de Valladolid para bloquear el paso a los agricultores y garantizar que la gala de la entrega de los premios cinematográficos transcurra sin incidentes, pero desde las plataformas de movilización de los trabajadores del campo se advierte que van a bloquear el recinto donde se llevará a cabo la ceremonia, la Feria de Congresos de la ciudad.

Además de España también se registraron intensas movilizaciones en Italia y Polonia, donde miles de agricultores también bloquearon las carreteras y denunciaron las condiciones de precariedad en el campo. En Polonia, por ejemplo, se cerraron los cruces fronterizos con Ucrania en Hrebenne y Dorohusk, mientras que en la ciudad occidental de Poznan, la policía estimó que unos mil 400 tractores salieron a las calles y llegaron a la oficina del gobernador regional. Los manifestantes encendieron bengalas y colocaron un ataúd en representación de la muerte de la agricultura polaca, así como una carretilla llena de estiércol con una bandera de la Unión Europea (UE) clavada en ella.

Desde Bruselas, el vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Valdis Dombrivskis, salió en defensa de los acuerdos de libre comercio con terceros países, al considerar que son “positivos” para el sector agrícola europea. “En la Unión Europea hemos hecho ya muchos estudios sobre el impacto de los acuerdos de libre comercio de la UE y lo que vemos es que su impacto acumulativo para el sector agrícola es positivo. Ya que estos acuerdos comerciales promueven las exportaciones europeas y no han causado distorsiones en el mercado interno”.

Dombrivskis anunció además que desde la UE “seguimos negociando con un amplio número de socios, no puedo decir cuál será el próximo porque nuestras negociaciones se basan en lo sustancial, sin plazos precisos”, dijo en alusión al acuerdo con Mercosur, al que se oponen frontalmente los presidentes de Francia e Irlanda, Emmanuel Macron y Leo Varadkar, respectivamente. “Las negociaciones continúan, estamos centrados en abordar las cuestiones medioambientales en el acuerdo con Mercosur, reforzando la dimensión de la sostenibilidad. El trabajo continúa, no es inminente pero continúan las negociaciones”, dijo el vicepresidente europeo.