Jerusalén. Irán lanzó ayer una advertencia a la Casa Blanca ante la posibilidad de un ataque a dos de sus buques de carga en Medio Oriente, que desde hace mucho tiempo el Pentágono sospecha que sirven como bases de operaciones de avanzada para comandos iraníes.
El anuncio llegó justo después de que Washington y Londres lanzaron otra ola de bombardeos contra los rebeldes hutíes de Yemen, que de manera sostenida atentan contra la navegación vinculada a Israel, Estados Unidos y Reino Unido en la región, en apoyo a Palestina.
El Behshad y el Saviz están registrados como barcos comerciales de una empresa con sede en Teherán, que fue sancionada por la oficina del Tesoro estadunidense, por considerarla fachada para las líneas navieras estatales de Irán.
En 2017, Arabia Saudita describió al Saviz como una base marítima y punto de transferencia de armas para la Guardia Revolucionaria iraní, tripulada por hombres con uniforme militar. Imágenes transmitidas por canales de televisión de propiedad saudita mostraron al barco armado con lo que parecía ser una ametralladora atornillada a su cubierta.
El ejército de la república islámica de Irán presentó ayer una declaración en video, en la cual un narrador presenta por primera vez a los navíos como armerías flotantes, según la agencia Ap. El narrador cuenta que el Behshad ayuda en una misión iraní para contrarrestar la piratería en el mar Rojo y el golfo de Adén.
El comunicado televisivo, que sugiere una creciente inquietud de Teherán por los recientes ataques estadunidenses en Irak, Siria y Yemen contra milicias respaldadas por Irán, termina con un montaje de imágenes de buques de guerra y una bandera estadunidense, además de una advertencia.
“Quienes participen en actividades terroristas contra el Behshad o embarcaciones similares ponen en peligro las rutas marítimas internacionales y la seguridad, y asumen la responsabilidad global por posibles riesgos futuros.”
En las últimas semanas el Beh-shad navegó en el golfo de Adén y actualmente está atracado en el este de África, frente a una base militar china. El Saviz, está en el océano Índico, cerca de donde transportes marítimos fueron atacados con drones por Irán, según Estados Unidos.
La ofensiva que tuvo lugar el fin de semana en Yemen dejó daños en seis provincias controladas por los rebeldes hutíes, incluida la capital, Saná. Washington indicó que los objetivos fueron arsenales subterráneos de misiles, sitios de lanzamiento y helicópteros.
Estos ataques no disuadirán a las fuerzas yemeníes y a la nación de mantener su apoyo a los palestinos frente a la ocupación y los crímenes sionistas, sostuvo el portavoz militar hutí, general de brigada Yahya Saree. Los bombardeos de los agresores no quedarán sin respuesta añadió.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, advirtió a los hutíes que seguirán sufriendo más consecuencias si no ponen fin a sus agresiones ilegales contra cargueros internacionales y embarcaciones navales. El canciller de Reino Unido, James Cameron, reforzó este mensaje al señalar que los ataques hutíes deben parar.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, declaró a la cadena ABC que estas operaciones tuvieron un buen efecto, ya que lograron reducir y degradar la capacidad de dichos grupos para cometer nuevas agresiones, y por tanto continuarán con esta dinámica.No voy a describir el carácter de esa acción porque no quiero telegrafiar nuestros golpes, dijo, pero habrá más acción.
En tanto, el canciller iraní, Hosein Amirabdolahian, advirtió que estas ofensivas podrían desatar la ira de toda la región. Seguir con la guerra no es la solución. Consideramos que la seguridad de Irak, Siria, Yemen y Palestina (Gaza y Cisjordania) es la seguridad de la zona, aseveró.
Por otra parte, una de las milicias proiraníes, Unidades de Movilización Popular, exigieron la salida de Irak de las tropas de la coalición internacional antiyihadista, durante el funeral de sus 16 combatientes muertos durante los ataques estadunidenses del viernes.
Estados Unidos bombardeó posiciones iraníes de élite y de grupos proiraníes en Siria e Irak, en represalia por la muerte, cinco días antes, de tres de sus soldados destacados en Jordania, en una operación que reivindicó la Resistencia Islámica iraquí, de la cual forman parte una serie de organizaciones militares.