Washington y Nueva York. El sindicato nacional de trabajadores de servicios SEIU, con casi 2 millones de agremiados, llamó esta semana por un alto el fuego inmediato en Gaza, sumándose a millones de maestros, trabajadores automotrices, defensores de derechos humanos, organizaciones progresistas judías y musulmanas, entre otros activistas y artistas que exigen el fin a la guerra de Israel contra los palestinos y algunos han denunciado la complicidad de Estados Unidos con lo que califican de crímenes de guerra.
Llamamos por un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes y la entrega de alimentos, agua, medicinas y otros recursos para salvar vidas en Gaza, demandó el líder de SEIU. En una declaración cuidadosamente redactada, el sindicato, que agremia desde trabajadores de salud hasta los de limpieza y mantenimiento de edificios, denunció los ataques de Hamas del 7 de octubre, pero enfocó su condena en las ofensivas militares de Israel sobre civiles y la crisis humanitaria que eso está desatando en Gaza, al subrayar que agremiados de SEIU se ven reflejados en los trabajadores de salud en Gaza.
La declaración de la dirección sindical se produce después de que varias de sus secciones más poderosas del país ya se habían inclinado a favor de un alto el fuego. Con ello, el SEIU se suma al sindicato automotriz nacional UAW con sus 350 mil agremiados, que en diciembre endosó los llamados internacionales por un cese al fuego, junto con varias secciones de sindicatos de magisterio en Chicago, San Antonio, Portland y Oregon, entre otros. Sin embargo, gran parte del liderazgo nacional de varios sindicatos aún no se han atrevido a pronunciarse.
Después de que varias secciones del gremio de maestros National Education Association, con 3 millones de miembros, emitió un llamado por un alto el fuego en Gaza, su dirigente, Becky Pringle, declaró en diciembre: nos sumamos a otras organizaciones junto con líderes judíos y musulmanes a través del planeta en un llamado urgente para poner fin a la violencia, aunque no dijo cese al fuego. Randi Weingarten, presidenta sionista del gremio Federacion Estadunidense de Maestros, viajó a Israel poco después de los ataques de Hamas en octubre, pero en diciembre, después de múltiples protestas y hasta manifestaciones de sus agremiados, se vio obligada a declarar el apoyo por un alto el fuego bilateral negociado que impulse el proceso de dos estados para dos pueblos.
Mientras estas declaraciones son mucho más limitadas que las acciones más progresistas, como las de los estibadores sindicalizados en California, que se han negado a cargar o descargar buques destinados a Israel, o el sindicato electricista United Electrical Workers, que ha llamado por un alto el fuego inmediato, sí demuestran una creciente demanda de sus filas para oponerse a esa guerra, sobre todo por trabajadores más jovenes.
A la vez, activistas árabe-estadunidenses, musulmanes y judíos tanto dentro de los sindicatos como por medio de varias organizaciones, han estado impulsando las demandas en apoyo al fin de la guerra como para presionar al gobierno de Joe Biden a frenar su envío de armas a Israel.
Esta semana, el gobierno municipal de Chicago postergó un voto sobre una resolución llamando por un alto el fuego, pero Detroit, Atlanta y San Francisco son parte de más de dos docenas de gobiernos locales que ya lo han hecho.
If Not Now (Si No Ahora), agrupación activista de jóvenes judíos desplegó una manta de más de 15 metros desde la famosa torre sobre un colina en San Francisco con el mensaje: Judíos dicen: dejen que viva Gaza, y corearon no en nuestro nombre. Explicaron que entre sus objetivos inmediatos estaba criticar a los dos senadores federales de California, así como a la ex presidenta demócrata de la Cámara de Representantes en Washington Nancy Pelosi, afirmando que los políticos californianos deben avergonzarse por su espantoso fracaso en apoyar un alto el fuego, y en lugar de eso armar el genocidio de Gaza. (https://x.com/IfNotNowOrg/status/1748123023763238954?s=20)
Aunque estos legisladores federales de California y una mayoría del Congreso en Washington aún presta apoyo incondicional a la política internacional de Biden, que incluye bloquear cualquier intento de imponer un alto el fuego, unos 60 legisladores de la cámara baja han escrito al secretario de Estado exigiendo que el gobierno estadunidense se oponga de manera tajante a la expulsión de palestinos de Gaza que varios líderes israelíes han señalado públicamente como su objetivo.
Esta creciente oposición a la política de Biden en su respaldo incondicional a Israel es políticamente peligrosa, ya que estos sindicatos son claves para el apoyo al presidente, quien buscará otro mandato en este año electoral. Tal como ha reportado La Jornada, esa política oficial también está minando el soporte a Biden entre jóvenes, comunidades musulmanas y árabe-estadunidenses en estados claves del mapa electoral como el caso de Michigan. De hecho, Biden tiene programado un viaje a esa entidad este mes, pero la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer advirtió este domingo que podría enfrentar protestas ahí por sus posturas sobre Gaza.
El ex presidente Barack Obama, se ha reportado, también ha estado advirtiendo a Biden –quien fue su vicepresidente– sobre la posible erosión de apoyo entre los jóvenes. Una fuente cercana a Obama comentó al sitio de noticias Talking Points Memo: la verdad es que no sólo necesitamos que los jóvenes voten en noviembre, requerimos que trabajen duro, se pongan en la fila, llamen a sus amigos y se entreguen plenamente en esto.
Por ahora el apoyo a la guerra de Israel contra los palestinos empieza a tener cada vez un mayor costo político para el gobierno de Biden y sus aliados. Sólo ayer, el jefe de la Casa Blanca, al dar un discurso en un acto de campaña en Virginia, fue interrumpido 13 veces por demócratas que exigen un alto el fuego.