El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov (a la derecha), y el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, este lunes en Moscú. POOL (VIA REUTERS)

Haciendo valer sus vínculos políticos y de seguridad con Israel y la milicia palestina Hamás, Egipto ha redoblado en los últimos días su actividad diplomática en un intento de frenar la espiral de violencia desencadenada el sábado en Gaza y sus alrededores y evitar que la situación en la zona siga deteriorándose. Por el momento, sin embargo, los esfuerzos de El Cairo, que ocurren en paralelo a los de otros países de la región con cierta influencia sobre las partes, como Qatar, se están viendo frustrados por la magnitud de la crisis y la negativa de las autoridades israelíes a entablar abiertamente una negociación.

Una de las cuestiones más urgentes sobre las que El Cairo está tratando de mediar es la liberación de los civiles y soldados secuestrados por Hamás durante su ataque, según informaron fuentes egipcias al periódico Wall Street Journal. Todavía no está claro cuántos israelíes han sido capturados por milicianos palestinos, en parte debido a que no solo Hamás ha tomado rehenes, pero se cree que podrían ascender a más de un centenar.

En estas negociaciones se ha involucrado igualmente Qatar, que mantiene relaciones con Hamás y está tratando de fraguar un intercambio de prisioneros que incluya a mujeres y niños capturados por el movimiento palestino a cambio de una treintena de mujeres y niños palestinos en cárceles israelíes, según afirmó a Reuters representantes del Ministerio de Exteriores catarí. Altos cargos israelíes se han limitado a asegurar que no hay negociaciones en marcha.

Mientras, este lunes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, han pedido un alto el fuego inmediato a palestinos e israelíes y han subrayado que la única solución al largo conflicto de la zona es la formalización del Estado palestino, informa desde Moscú Javier G. Cuesta. Lavrov ha recibido a Abul Gheit en Moscú. “El problema palestino no puede posponerse más, las decisiones de la ONU deben implementarse”, ha manifestado el jefe de la diplomacia rusa ante la guerra desatada en torno a la franja de Gaza. El ministro ruso ha confiado en que la Liga Árabe pueda promover una serie de “pasos prácticos hacia la creación de un Estado palestino que, según lo previsto en las decisiones de la ONU, convivirá junto con Israel”.

En opinión del ministro ruso, esto les proporcionará mutuamente “seguridad y una vecindad normal”. No obstante, Moscú ha advertido de que es posible que la guerra alcance una escala mayor. “La franja de Gaza ha sido declarada objetivo de operaciones de represalia israelíes, hay disturbios bastante graves en Cisjordania y se está gestando un potencial conflicto en la frontera entre el Líbano e Israel”, ha manifestado Lavrov.

Abul Gheit ha remarcado que hay una serie de crisis que preocupan ahora al mundo árabe y ha alabado a Moscú por este asunto. “Hay muchas posturas dobles en el escenario internacional, pero Rusia ha adoptado una posición clara en este contexto”, ha enfatizado el secretario general antes de citar como ejemplos “las cuestiones de Siria, Libia y Sudán”.

Paralelamente, Egipto ha intensificado sus esfuerzos para intentar frenar la escalada. El pasado sábado, horas después de que Hamás lanzara su ataque sorpresa contra ciudades y comunidades israelíes próximas a la franja de Gaza, el ministro de Exteriores de Egipto, Sameh Shukry, ya abordó la situación en la zona con su homólogo estadounidense, Antony Blinken. Desde entonces, Shukry se ha mantenido en contacto frecuente con otros altos funcionarios de varios países europeos, incluidos España, Francia y Alemania, y de la región, como Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Jordania, además de con Rusia.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, también se ofreció el domingo a mediar para intentar detener la escalada entre Hamás e Israel, y su ministro de Exteriores, Hakan Fidan, ha mantenido contactos con algunos de sus homólogos occidentales, como Estados Unidos, y regionales, incluido Irán, Egipto, Qatar y Arabia Saudí. La embajadora israelí en Ankara, Irit Lillian, afirmó, sin embargo, que es demasiado pronto para una mediación.

Tanto Egipto como Qatar y Turquía han expresado y transmitido a sus interlocutores la necesidad de que cualquier resolución a largo plazo que pretenda garantizar la paz y la estabilidad en la zona se construya sobre la base de la solución de los dos Estados, el establecimiento de un Estado palestino y el fin de actos unilaterales por parte de Israel.

Aunque las cíclicas escaladas de violencia en Gaza permiten a las autoridades de Egipto en concreto reivindicar su relevancia en la región, la gravedad de la situación actual, sobre todo tras el anuncio israelí de este lunes de que impondrá “un bloqueo total” sobre la franja, coloca a El Cairo en una posición difícil por el amplio apoyo social a la causa palestina. Egipto es el otro único país, además de Israel, que limita con Gaza, lo que ahora le sitúa en la tesitura de tener que decidir entre relajar sus restricciones en el paso fronterizo con la Franja o mantener los estrictos controles que impone sobre el cruce desde hace 10 años.

El domingo, la Media Luna Roja egipcia informó de que habían entregado a la rama gazatí de la organización un primer paquete de ayuda médica de emergencia, y el Ministerio de Salud egipcio ha enviado al enclave algunas ambulancias, según un grupo local del norte del Sinaí, pero la ayuda sigue siendo escasa. Además, un ataque aéreo israelí golpeó la tarde del lunes el paso fronterizo de Rafah, lo que obligó a cerrarlo incluso para los casos humanitarios, según publicó el medio egipcio independiente Mada Masr.

En los dos últimos años, Egipto ha sido capaz de intervenir con cierto éxito para frenar varias escaladas entre Israel y grupos palestinos activos en Gaza, incluido a mediados de 2021, cuando El Cairo logró fraguar un alto el fuego entre Israel y Hamás tras 11 días de bombardeos israelíes sobre la franja y de lanzamiento de cohetes desde allí. El pasado mayo, El Cairo también medió una tregua entre Israel y el grupo palestino Yihad Islámica después de 10 días de combates que estallaron tras la muerte de un conocido activista palestino en una cárcel israelí. Entonces, sin embargo, mediadores egipcios se mostraron molestos por las acciones de Israel, incluidos asesinatos selectivos, según medios locales.

Por otro lado, la escalada entre Hamás e Israel ha vuelto a poner en el foco en la reacción de los países árabes que en los últimos años han normalizado relaciones con Israel bajo mediación de Estados Unidos, como Emiratos Árabes Unidos, y la de aquellos que están tanteando dar el paso, como Arabia Saudí. En esta línea, Riad dijo el sábado que la situación en la zona seguirá siendo explosiva mientras se mantenga una “ocupación continuada, la privación al pueblo palestino de sus derechos legítimos y la repetición de provocaciones sistemáticas contra sus lugares santos”, a la vez que Abu Dabi se mostró “consternado” por los ataques de Hamás, que consideró una “peligrosa y grave escalada”.