El pasado 15 de septiembre 'El Ratón' fue extraditado hacia los Estados Unidos, anteriormente estaba detenido en el penal del Altiplano. (Especial)

Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, extraditado el fin de semana pasado a Estados Unidos, donde ya lo identifican como el reo 72884-748, estará hoy ante un juez del Distrito Norte de Illinois.

El capo enfrenta en esa corte, junto con sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Alfredo, cargos por tráfico de narcóticos y armas, así como lavado de dinero.

Según el expediente 09-CR-383-22, entre mayo de 2008 y abril de 2023, Guzmán López, el Ratón, y sus hermanos, conocidos como los Chapitos, tienen alto rango en el Cártel de Sinaloa y se les considera líderes de una empresa criminal que tiene por objetivo importar a México grandes cantidades de cocaína de países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala.

Según la acusación, tras la detención y extradición del Chapo, sus hijos tomaron el control de una facción del cártel y sus actividades de tráfico de cocaína y otras drogas a Estados Unidos. “Tras el arresto de su padre en 2016, Ovidio Guzmán López asumió un papel como líder y principal organizador del Cártel de Sinaloa”, dice la acusación.

Ovidio Guzmán está implicado en una acusación separada que alega los mismos delitos, y que data de mayo de 2008 hasta octubre de 2021, cuando las autoridades mexicanas lo arrestaron en Culiacán.

Además, él y sus hermanos están implicados en otras acusaciones radicadas en la una corte de Nueva York, donde los señalan de ser los principales introductores de fentanilo a Estados Unidos, cuyo consumo ha provocado una crisis de salud en aquel país.

Ovidio Guzmán fue extraditado a Estados Unidos el viernes 15 de septiembre, mediante un sorpresivo operativo. Hasta ese día estuvo preso en el penal del Altiplano.

El Ratón fue sacado en helicóptero y llevado a Estados Unidos en un jet Bombardier Challenger 605, con placa XB-NWD. El viernes quedó interno en el Centro Metropolitano Correccional de Seguridad de Chicago, donde ayer pasó su tercera noche.

Si va a juicio y lo hallan culpable, Ovidio podría recibir una pena mínima de 20 años a prisión y máxima de cadena perpetua. Si opta por colaborar en busca de una pena menor, ello implicaría delatar a sus hermanos.