Lo que debería haber sido una gozosa victoria de Puerto Rico por 5-2 sobre República Dominicana y un viaje a los cuartos de final del Clásico Mundial de Beisbol se volvió sombrío después de que el cerrador Edwin Díaz pareció lastimarse la pierna en la celebración.
Díaz ponchó a dos de los tres bateadores del noveno inning para cerrar la victoria, pero tuvo que salir en silla de ruedas después de lesionarse.
Antes del final agridulce, el nivel de juego en el campo no tenía rival. Mucha pasión y niveles de decibelios más fuertes provenientes de los 36,025 fanáticos en las gradas.
Mientras que Puerto Rico se mantendrá en Miami para enfrentar a México, los dominicanos se marchan a casa como el gran fracaso del torneo, luego de que fueron colocados como favoritos para llevarse el título gracias al gran talento que reunieron.
Johnny Cueto fue el titular de la República Dominicana y puso a la multitud en pie desde el principio. Se balanceó y lanzó strikes, como lo hace, y solo necesitó nueve lanzamientos para pasar la primera entrada. En el tercero, sin embargo, la alineación de Puerto Rico respondió.
Christian Vázquez pegó un jonrón ante Cueto para abrir el tercero y darle a Puerto Rico una ventaja de 1-0. Francisco Lindor y Kiké Hernández siguieron cada uno con sencillos remolcadores. MJ Meléndez luego dio los toques finales a la entrada de cuatro carreras con un roletazo para empujar a Lindor.
Jovani Morán se llevó la victoria en labor de dos tercios de innings. El descalabro fue para Cueto al pitchrar dos innings en los que fue castigado con cuatro imparables y tres carreras limpias.
