Edificación en las Islas Marías en proceso de rehabilitación. El Museo de las Islas Marías exhibe en sus ocho salas la historia de la colonia penitenciaria y la importancia biológica del archipiélago. Lo rodeará un jardín. Fotos: Cortesía Marco Barrera Bassols.

La Isla María madre se convertirá en un museo extendido. El rescate y la restauración de las naves o los sitios donde funcionaron las empresas productoras de henequén, camarón, sal, tequila y cal son prioridad tras la inauguración del Centro Turístico Islas Marías el pasado 16 de diciembre.

Decretado complejo carcelario en 1905, el archipiélago recibió a lo largo de su historia a unos 45 mil reos, entre ellos el escritor José Revueltas (1914-1976). Sin embargo, el decreto firmado el 18 de febrero de 2019 y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de marzo de ese mismo año, marcó su nueva vocación cultural.

Así, la vida llena de castigos de la legendaria colonia penal quedó atrás y ahora mexicanos y extranjeros podrán conocer su historia y la riqueza de su ecosistema. Ambos aspectos se podrán descubrir en las ocho salas del Museo de las Islas Marías, ubicado en un edificio de principios del siglo XX, que ha sido restaurado, cuyo guion museográfico estuvo a cargo de Marco Barrera Bassols.

El museo cerrado está casi terminado al cien por ciento, excepto el jardín botánico que se construirá alrededor del edificio, que reunirá la vegetación que hay en la isla. Ahora seguiremos con lo que llamo el museo extendido, es decir, toda la infraestructura que nos permite conocer la historia de la penitenciaría in situ”, comenta en entrevista con Excélsior.

Se pueden visitar diversos edificios que marcaron la vida cotidiana de los presos y sus familias. En una calle paralela al muelle, por ejemplo, hay una nave maravillosa con las máquinas desfibradoras del henequén y las cordeleras. No hay en Yucatán, de donde trajeron esta industria, un lugar donde puedas ver el proceso completo y la producción del cordel. Aquí sí”, explica.

La salina costará mucho trabajo, pues se debe rescatar un edificio carcomido por la sal y la humedad. Pero todo esto se está poniendo en valor”, afirma.

Aspecto de una edificación en las Islas Marías.

El historiador destaca que ya se rehabilitó la nave de la productora de henequén. “Se renovó el techo y se están consolidando las máquinas para detener la oxidación. Vamos a recuperar la historia de esta planta para que la gente la conozca.

¿Qué sucedió en Yucatán y por qué la empresa se instaló en las Islas Marías a mediados de los años 70? Alcanzó una muy buena producción de fibras con las que se producían cordeles y muebles. Invitaremos a Armando Bartra, especialista en la historia del henequén. Al final, la reavivaremos con luz y sonido”, adelanta.

Agrega que poco a poco se rehabilitará la infraestructura histórica y social y se colocarán tableros explicativos con un material que resista el sol y la humedad. “Las celdas ya se restauraron. También ya va avanzado el edificio que albergará una tienda y la cafetería”, detalla.

El especialista dice que la arquitectura del museo, más ligada a lo que fueron los fuertes coloniales, se puede apreciar en todo su esplendor. “Tiene una planta octagonal, un patio interno, una serie de pequeñas salas y, en la parte trasera, unas celdas de castigo”.

En las salas se exhiben los objetos que tienen que ver con la pesca y con los trabajos forzados que los presos realizaban en las empresas ya mencionadas que se instalaron a lo largo del siglo XX.

Personas trabajan en un taller en las Islas Marías.

Una de las salas, que tiene dos puertas que dan al mar, está dedicada a Revueltas, cuenta. El narrador duranguense estuvo preso, por su activismo político, de julio a noviembre de 1932, cuando tenía 17 años, y regresó en mayo de 1934; salió hasta febrero de 1935, a los 21 años. Estas dos estancias inspiraron la primera de sus siete novelas, Los muros de agua, que publicó en 1941.

Barrera Bassols señala que está pendiente de elaborar la información de cómo vivían los presos en las casitas distribuidas en las islas, “que eran una especie de pueblitos”, y trabajar ideas para exposiciones temporales.

El ritmo de trabajo es diferente, pues la administración del centro turístico la tiene la Secretaría de Marina y la distancia de las costas de Nayarit no es corta. Pero creo que las islas tienen muchas posibilidades y se convertirán en un gran polo cultural, natural y turístico”, dijo.