Germán Larrea, empresario multimillonario de Grupo México y Daniel Becker, empresario y economista que preside el Grupo Financiero Mifel. SUSANA GONZÁLEZ (BLOOMBERG)

La carrera para comprar Banamex, un banco con más de un siglo de historia, se acerca a su última milla. Grupo Financiero Inbursa, del magnate Carlos Slim, abandonó el proceso este miércoles tras presentar una oferta que no convenció a Citigroup. La salida del hombre más rico de México acota las opciones a dos postores: el multimillonario German Larrea, dueño de Grupo México, y el director de Grupo Financiero Mifel, Daniel Becker. El proceso de compra, que cumple más de 10 meses, ha transcurrido entre cuartos de datos y grupos de financieros calculando cifras. Analistas y expertos calculan el valor por todo el bloque puesto en venta –el banco minorista, afores, seguros y acervo cultural—en más de 10.000 millones de dólares.

La contienda ha pasado de un puñado de posibles compradores alzando la mano y externando su interés a golpe de tuit, a solo dos jugadores en firme. Dos postores con carreras, perfiles y fortunas diametralmente distintas. Germán Larrea, el llamado rey del cobre, posee una fortuna de más de 24.800 millones de dólares, de acuerdo con el ranking de Bloomberg, y una cartera de proyectos que pasan por la minería, plataformas petroleras y ferrocarriles. Sin embargo, hasta ahora su experiencia es mínima en el sector financiero. Del otro lado, el director de Banco Mifel, Daniel Becker cuenta con más de 20 años de trayectoria en la banca, una experiencia reconocida en 2021 cuando lo designaron al frente de la Asociación de Bancos de México (ABM), no obstante, este último no parece contar con los recursos en solitario para llegar al precio que pide Citigorup, una desventaja que prevé subsanar con el apalancamiento de otros inversionistas, entre los que suena la mayor gestora de fondos de inversión en el mundo, BlackRock.

Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros, Fundef, señala que la reciente salida de Grupo Financiero Inbursa en el proceso no tendrá una mayor implicación en el curso de la puja. “Es natural en este proceso vayan quedando menos. Estamos en la etapa final, quedan dos grupos empresariales muy importantes, el de Germán Larrea y Daniel Becker, posiblemente sepamos quién lo compra hacia finales de año o durante el primer trimestre del siguiente año”, dice.

Aunque entre los cuarteles financieros se ha manejado que Slim puede volver a la carrera por Banamex, pero ahora como accionista minoritario –apuntalando la oferta de Larrea con el que ya ha sido socio en otros proyectos de infraestructura– Sánchez Tello ve remoto este escenario. “No es su costumbre de Slim, cuando compra va en serio. No creo que piense ser accionista minoritario, no tiene sentido porque ya es dueño de un banco muy relevante como Inbursa”, comenta. Otra opción que existe al margen, si ninguna de las dos ofertas convence a Citigroup, es la venta vía mercado de valores, pero tampoco parece ser una alternativa atractiva para un banco con más de 1.200 sucursales y alrededor de 23 millones de clientes.

La decisión final dependerá exclusivamente de Citigroup, sin embargo, esto no ha impedido que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, haya externado durante todos estos meses sus preferencias y sugerencias sobre el próximo dueño de Banamex. Desde el primer momento, el mandatario externó su preferencia por un comprador mexicano, además, exhortó a que el postor que resulte vencedor esté corriente en el pago de impuestos y no despida a los más de 30.000 empleados que ahora hacen posible la operación del banco. Si algo tenía el último desertor de la puja, Slim, era el beneplácito de Palacio Nacional, a diferencia de Larrea cuya enemistad con López Obrador encara un nuevo capítulo con las recientes demandas que el multimillonario y dueño de Grupo México presentó contra el Gobierno federal por la terminación anticipada de un contrato para la construcción del Tren Maya.

De resultar ganador, Grupo Mifel —que inició operaciones en 1994— daría un salto gigante en el sistema financiero al pasar de las 79 sucursales actuales a más de un millar y su participación pasaría de 0,79% al 12,66% de activos, rebasando incluso a Banorte y convirtiéndose en el tercer banco en el país, solo detrás de BBVA México y Santander. El principal obstáculo por vencer para Becker, advierten analistas, será asegurar el apalancamiento de inversión para lanzar una oferta atractiva para Citigroup.

Banamex ha sufrido numerosas transformaciones durante los 138 años que lleva en el sistema financiero mexicano. Desde la nacionalización, pasando por la privatización de la banca en los años 90 y hasta su venta al estadounidense Citigroup en 2001. Ahora, tras dos décadas al frente de la institución financiera, Citigroup tomó la decisión de poner a la venta su banca de consumo y empresas, los seguros, el millar de sucursales, la administradora de fondos para el retiro, su patrimonio arquitectónico y cultural y el valioso activo que supone una marca con más de un siglo de historia.

¿Quién resultará vencedor de la puja multimillonaria? ¿El segundo hombre más rico de México, enfrentado ahora con la Administración en turno?, o ¿el banquero de 59 años que lucha por obtener los fondos suficientes para inclinar la balanza a su lado? En el tablero hay un banco con más de un siglo de historia y dos postores. La moneda por Banamex continúa en el aire.