CIUDAD DE MÉXICO.- Los Santos y los Cardenales ingresaron a la Semana 7 bajo las mismas condiciones: récord de 2-4 y la necesidad de ganar para no caer en un abismo del cual es casi imposible salir.
Los Cardenales lo consiguieron en gran medida porque los Santos son un mal equipo de football este año y porque su defensiva aportó puntos.
El quarterback de Nueva Orleans, Andy Dalton fue interceptado en tres ocasiones, dos de ellas devueltas a touchdown.
Mientras Kyler Murray tampoco brindó un gran partido al terminar la noche con 204 yardas por aire y un envío a las diagonales (Isaiah Simmons y Marco Wilson).
Los Cardenales contaron con el regreso del estelar receptor DeAndre Hopkins, quien se perdió los primeros seis partidos por violar la política de sustancias prohibidas. Tuvo ocho recepciones para 85 yardas.