Violencia Rubén Moreira, líder de los diputados del PRI (Especial)

Dirigentes y legisladores federales de la oposición reclamaron que la ola de violencia y del crimen “se expanden por el país” y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es “omiso”, “claudica” y “abandona a su suerte a la población”.

Advirtieron que el Presidente está “más ocupado y preocupado” por la sucesión presidencial que por la “nación en llamas” que dejará.

El presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, comentó que “el país se encuentra preocupante y peligrosamente en llamas, gobernado en los hechos por la delincuencia organizada y (en el gobierno) no quieren cambiar su estrategia”.

Incluso, afirmó que “quizá el gobierno mismo, perversamente desde Palacio Nacional, está provocando estos actos violentos que hemos visto en diversas regiones del país, para justificar lo que ha propuesto de que la Guardia Nacional (GN) pase a depender del Ejército”.

Consideró que “la culpa no es de los militares, ni de las Fuerzas Armadas, ni de los integrantes de estos órganos que han pasado a conformar la GN; la culpa es de una estrategia fallida, encabezada desde Palacio Nacional, a él es a quien obedecen los integrantes de la Guardia Nacional y de las Fuerzas Armadas”, agregó.

El coordinador del PAN en el Senado, Julen Rementería, sostuvo que “lo realmente grave es que vemos un gobierno indiferente ante la ola de violencia y obsesionado más con la sucesión”.

“Los mexicanos vivimos con el miedo y la incertidumbre de saber cuándo nos tocará pasar por un suceso como los últimos acontecimientos violentos que han pasado”, lamentó, mientras que remarcó: “Estamos ante un gobierno omiso, criminal, ocupado y obsesionado con la sucesión gubernamental de 2024, pero muy distante e indiferente a la seguridad de más de 120 millones de mexicanos”.

Enfatizó que “aunque en el gobierno federal se caiga en el absurdo de defender a los delincuentes y de minimizar hasta el ridículo las acciones del crimen organizado, la historia oficial muestra otros datos, dicen por ahí”.

Su correligionario y jefe de la bancada panista en San Lázaro, Jorge Romero, también recriminó que “el gobierno federal no está cumpliendo en garantizar la seguridad de los mexicanos; es lamentable el silencio cómplice y la falta de estrategia y de acción de este gobierno y estamos a merced de la delincuencia y el crimen organizado”.

Propuso que el tema de la inseguridad debe ser prioridad de todos los grupos parlamentarios en el arranque del próximo periodo de sesiones, que iniciará el 1 de septiembre, y legislar de inmediato para ofrecer alternativas que sí respondan a las exigencias ciudadanas. En el PAN “se está analizando incluir este tema como uno de los que se abordarán en la agenda legislativa”, dijo.

Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, reprochó que “las bandas de criminales realizan acciones análogas al terrorismo, siembran el pánico entre la población civil y no hay consecuencia legal para ellas”.

Por eso, propuso que “el gabinete de seguridad acuda a la Cámara de Diputados para conocer de los hechos suscitados e intentar un análisis profundo de la situación y las posibles respuestas a la emergencia”. “Condenamos la inacción de la autoridad federal”, subrayó.

En el PRI “consideramos inadecuada la política de seguridad que impulsa Morena y donde la coordinación es inexistente. Es evidente que en estos momentos el Estado mexicano es incapaz para controlar la violencia que genera el crimen organizado”, estimó.

El coordinador del PRD en San Lázaro, Luis Espinosa, lamentó que “la sociedad civil está indefensa, en tanto que el Estado claudica ante el crimen; esto debe cambiar”. “La violencia y el miedo se expanden por el país, mientras el Presidente habla y habla; con abrazos alienta la impunidad y con ello al crimen organizado”, acusó.