Zelenski se dirige al Consejo de Seguridad de la ONU, este martes. Foto: TIMOTHY A. CLARY (AFP)

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, se ha dirigido por videoconferencia este martes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, reunido en Nueva York, para exigir a sus miembros que encuentren la manera de hacer responsable a Rusia de los “peores crímenes de guerra desde la II Guerra Mundial”. Con las sobrecogedoras imágenes llegadas desde Bucha, suburbio de Kiev ocupado por las tropas rusas hasta su expulsión el pasado fin de semana, Zelenski ha llamado a reformar el funcionamiento del organismo para que el derecho de veto de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, no siga siendo un “derecho a matar” en Ucrania. Y ha sugerido la creación de un tribunal “como el de Núremberg”, que enjuició los crímenes del nazismo tras la victoria aliada en 1945. “Si el Consejo de Seguridad no logra hacer responsable a Rusia, demostrará que es un organismo inútil”, ha sentenciado. “¿Están listos para clausurar la ONU? ¿Creen que el tiempo del derecho internacional ha pasado? Si su respuesta es no, entonces deben actuar de inmediato”, ha añadido.

El presidente ucranio ha ofrecido un resumen de lo que pudo comprobar el lunes sobre el terreno en Bucha: “No hay un solo crimen que [el Ejército ruso] no haya cometido allí”. Zelenski ha hablado de asesinatos de “familias enteras, de mujeres y de niños”, de víctimas cuyos cuerpos “han tratado de quemar” tras ser ajusticiadas. “Había civiles con tiros en la nuca, tirados en las calles, muertos en sus casas”. Ha afirmado que tiene evidencias de que algunos de esos crímenes los han cometido las tropas invasoras “solo para divertirse” y de que ha habido “violaciones de mujeres ante sus hijos”. También ha asegurado que “2.000 niños ucranios” han sido raptados durante esta guerra. Y ha augurado que crímenes como los de Bucha “se verán en más lugares del país”, porque, ha añadido, “su objetivo es dejarlo en ruinas”, “lleno de fosas comunes”.

Tras su intervención, Zelenski ha anunciado la proyección de un vídeo que los miembros del Consejo han visto minutos después debido a un problema técnico. Contenía imágenes terribles tomadas en Irpin, Dimerka, Mariupol o Bucha, con cuerpos quemados, grupos de hombres ajusticiados de rodillas, con las manos atadas a la espalda, mujeres sin vida tiradas en las calles o cadáveres de niños desnudos. “Las imágenes son desgarradoras”, ha afirmado Barbara Woodward, embajadora británica ante la ONU, tras ver el vídeo. “Hablando a título nacional, estamos consternados por lo que hemos visto y reiteramos nuestra solidaridad con Ucrania”.

El de este martes se trataba de uno de los discursos más importantes que ha dado el líder ucranio desde el comienzo de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero. Zelenski se ha dirigido a los parlamentos estadounidense, británico o italiano y hasta a la audiencia de los premios Grammy. A continuación de su aparición por videoconferencia ante la ONU, se ha dirigido al Congreso español, donde ha establecido una comparación entre lo que su país está sufriendo con el bombardeo de Guernica, durante la Guerra Civil. “Estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937″.

La comparecencia ante la ONU se ha producido entre las llamadas de algunos de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, encabezados por Estados Unidos y sus aliados europeos, a exigir responsabilidades por las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas. Francia, Reino Unido, que se estrenaba como presidente de turno del Consejo, y Estados Unidos han acudido a la reunión con lo que consideran pruebas de esas atrocidades.

La embajadora de Washington ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha dicho que suspender a Rusia del Consejo de los Derechos Humanos es algo que está al alcance de la Asamblea General. “Su participación mina la credibilidad de ese órgano”, ha sentenciado. El presidente de EE UU, Joe Biden, no dudó en calificar el lunes de “crímenes de guerra” las operaciones militares llevadas a cabo en el norte de Ucrania, de donde las tropas rusas han sido expulsadas en los últimos días, tras una feroz resistencia del ejército ucranio.

Es altamente improbable que el Consejo de Seguridad adopte alguna resolución debido al veto que disfruta Rusia, miembro permanente. El Kremlin niega que se haya cometido ningún crimen, y este martes definió las acusaciones como “un montaje monstruoso” diseñado para “denigrar” a su ejército. Vasili Nebenzia, su embajador ante Naciones Unidas, ha acusado a Ucrania reiteradamente desde que comenzó la invasión de mentir sobre la realidad de la guerra, y ha echado mano del paralelismo con la invasión estadounidense de Irak. Este martes ha protestado porque la presidencia del Consejo, que corresponde al Reino Unido, no haya accedido a convocar una reunión para tratar las “terribles provocaciones” del ejército ucranio.

Tampoco se espera un apoyo de China, otro miembro permanente, que lleva las siete semanas, desde que comenzó la guerra, evitando una condena abierta a las aspiraciones del presidente Vladímir Putin, aliado estratégico de Pekín. El embajador chino ante la ONU, Zhang Jung, tampoco ha condenado este martes lo sucedido en Bucha, aunque ha asegurado que las imágenes le resultaban “perturbadoras”, y ha pedido una investigación independiente para fijar los hechos. “Los asuntos humanitarios no deberían politizarse”, ha añadido. La India, por su parte, se ha abstenido en votaciones previas.

António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, ha dicho en su discurso introductorio: “Nunca olvidaré las horribles imágenes de civiles asesinados en Bucha. También estoy profundamente escandalizado por los testimonios personales de violaciones y de violencia sexual que ahora están empezando a ver la luz”.

Guterres ha definido la guerra en Ucrania como “uno de los mayores desafíos al orden internacional”, debido a su “naturaleza, su intensidad y sus consecuencias”. El secretario general se ha detenido también en los efectos de la contienda “en los países en desarrollo, con más de 1.200 millones de personas vulnerables ante el alza de los precios, la energía y los costes de los fertilizantes”. “Estamos contemplando ya cómo algunos de esos países están pasando de la vulnerabilidad a la crisis abierta, con crecientes signos de malestar social”.

El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha dicho a los periodistas poco antes de coger el avión que lo ha llevado a Bruselas para una reunión de la OTAN: “Lo que hemos presenciado en Bucha no es el acto aislado de una unidad [militar]; obedece a una decisión deliberada de matar, torturar, violar y cometer otras atrocidades”.