El conflicto en Ucrania lanzó al campo mexicano tanto una oportunidad como una responsabilidad, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

El titular de Agricultura, Víctor Villalobos, caracterizó la situación mundial como un “llamado” para que los productores agrícolas del país, que enfrentan no solo choques por la volatilidad que ya se siente en el mercado y sus costos, incrementen su oferta.

“Definitivamente México está llamado a jugar un papel muy importante en la producción de alimentos, cuando más se necesita y cuando se anticipa que se va a necesitar más en el próximo futuro”, declaró en Nayarit.

La invasión de Rusia a Ucrania dejó caer una ‘bomba’ en los mercados agrícolas, levantando un torbellino de volatilidad e incertidumbre respecto a la disponibilidad de algunos cultivos en el corto plazo.

Rusia y Ucrania son grandes productores y exportadores de maíz, trigo, semilla de girasol y otros cultivos. Los dos países representan casi 30 por ciento de las exportaciones globales de trigo. Ucrania por sí sola es responsable por 20 por ciento de las exportaciones de maíz.

Los precios de mercado se dispararon tras el estallido de la guerra: el trigo llegó a cotizar en niveles no vistos desde 2008. En México, las tortillerías y panaderías ya advirtieron sobre aumentos de precios por el golpe que se viene en sus costos de producción.

A pesar del panorama tan gris, el secretario de Agricultura hizo un llamado a los productores del país para aprovechar la oportunidad que se abre.

“Esta es la oportunidad. No va a haber en el futuro próximo condiciones que se puedan asimilar para poder tomar un papel determinante para cambiar nuestra mentalidad y empujar ese papel que tenemos”, declaró.