Eddy Reynoso, el rey de la esquina

El entrenador de Saúl Canelo Álvarez desafía los viejos paradigmas que existen alrededor de su profesión

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En 2004 Óscar Chololo Larios viajó a Japón para defender la corona supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), a su entrenador Eddy Reynoso se le pidió en uno de los diversos trámites, que se registrara con una cuenta de correo electrónico. Lo que hoy es parte del día a día entre la mayoría de la población, no lo era ese entonces para Reynoso y su entorno. Con el fin de completar los requerimientos, Eddy acudió a un café internet cercano a su hotel y abrió la página del proveedor gratuito más popular de aquellos años. Casi de inmediato, el jalisciense supo el nombre de correo con el que se distinguiría del resto de los millones de usuarios: No Boxing, no life, para términos prácticos [email protected].

La frase, que en su momento se originó para abrir un email, en realidad va más allá de cuatro palabras: es el estilo de vida de Eddy Reynoso, el entrenador con mayor reconocimiento a nivel mundial de la actualidad y el máximo responsable de la esquina de Saúl Canelo Álvarez.

Bajo los símbolos del antiguo testamento del boxeo, los managers de los peleadores son identificados como hombres testarudos, malhablados, de edad avanzada y que esencialmente se enfocan en asegurar el éxito de su boxeador sobre el ring. Son ajenos al clamor popular, su reconocimiento se da casi siempre en las conversaciones locales; en las atmósferas de los gimnasios y arenas. Reprimen las emociones para no romper los duros gestos de su rostro. No les gustan los reflectores, ni las luces, las cámaras… sólo la acción.

Pero Eddy es diferente, desafía los viejos paradigmas. El aficionado promedio reconoce al entrenador del Canelo. Sabe su nombre, su historia y al resto de los peleadores que maneja. El hijo del Chepo Reynoso se asemeja a un rockstar: firma autógrafos, se toma fotografías con fans e intercambia diálogos con cualquier miembro de la familia del boxeo. Por instantes parece una extensión del Canelo, debido a la fama que arrastra.

Pero esta fama no lo tiene volando, Eddy tiene su ancla en el estudio. Recuerda las biografías que leyó de múltiples peleadores que alcanzaron las grandes ligas y fracasaron.

Me gusta documentarme sobre todo lo que tenga que ver con boxeo. Me gusta leer sobre la vida de los boxeadores de antaño. Peleadores que llegaron a lo más alto, pero que por algunas razones tropezaron”, confiesa Eddy.

Uno de los legados que más apasiona a Eddy, es la de Max Schmeling, el pugilista alemán que en 1936 noqueó en el duodécimo asalto a Joe Louis. El triunfo no fue fortuito. En las semanas de preparación del combate, Schmeling estudió películas en cámara lenta de las peleas de Louis. El europeo notó que su rival tenía una tendencia a bajar la guardia después de una serie de golpes de izquierda. Con ese conocimiento, Schmeling torturó a Joe Louis quien perdió el invicto de 24 peleas con las que ingresó al ring.

No es casualidad que a Reynoso le guste Schmeling, aunque con varias décadas de diferencia, comparte la misma metodología: es observador y se obsesiona con los detalles.

Me gusta mucho ver videos de boxeo, técnicas de entrenamiento, películas sobre los próximos oponentes, paso mucho tiempo haciendo eso”.

Ser un mánager de renombre internacional no es un trabajo con horario de oficina. Inicia en la madrugada y los fines de semana se extiende hasta la última hora de la noche. Al menos 14 horas al día son las que dedica Eddy a su cuadrilla de boxeadores: desde la mañana cuando toma a su primer peleador, hasta que apaga el monitor después de analizar las virtudes y defectos de los contrincantes, —en cámara lenta si es necesario, tal como Schmeling—.

Después de su triunfo sobre Louis, el partido Nazi intentó capitalizar a Schmeling con un valor propagandístico. Lejos en tiempo y en intención, el jueves de la semana pasada, Reynoso acudió al Senado de la República para recibir un reconocimiento propuesto por Ricardo Monreal. Nunca antes el Senado había galardonado a un entrenador.

El reconocimiento que me dieron es algo muy importante en mi vida como ciudadano mexicano. Es un orgullo que me tomen en cuenta. Gracias al deporte que me abrió las puertas de tan importante recinto”.

El boxeo en México es una pasión que es palpable en cualquier rincón, pero no en cualquier esquina se profesa. Reynoso combate las viejas convenciones sobre los entrenadores. No se quedó en su posición debajo del ring, escaló la forma de vivir su deporte, al final: sin boxeo, no hay vida

Bajo el prestigio y notoriedad del Canelo, Eddy avanzó su frase a marca. Construyó una empresa que manufactura guantes y otros artículos deportivos. Su imagen principal, es el rostro del boxeo.

Empecé a hacer los guantes. Y la verdad el que ha catapultado la marca es Saúl”.

Cada lunes posterior a una pelea, Eddy envía una evaluación a Canelo o cualquiera de los boxeadores que entrena en donde les expone sus pros y sus contras; lo hace con el mismo correo que creó hace 17 años: [email protected]