Donald Trump, en el campo de golf de Sterling (Virginia), en noviembre de 2020. HANNAH MCKAY (REUTERS)

La oficina de la fiscal de distrito del condado de Westchester, en el Estado de Nueva York, investiga presuntas irregularidades fiscales en torno al club de golf que Donald Trump posee en el rico suburbio de la ciudad de Nueva York, ha informado este miércoles el diario The New York Times. La investigación intentará determinar si la Organización Trump cometió dolo y fraude fiscal al rebajar intencionadamente el valor de la propiedad con el fin de pagar menos impuestos. La pesquisa intensifica el escrutinio legal de los negocios familiares del magnate y empaña su futuro político, cuando este aún no se ha pronunciado sobre su hipotética candidatura a las elecciones de 2024, como esperan muchos republicanos.

Según la información del diario, la fiscal de distrito de Westchester, Mimi Rocah, demócrata y conocida detractora de Trump, no ha acusado a nadie en la Organización Trump de irregularidades ni ha presentado aún cargo alguno contra el expresidente, sus familiares o ejecutivos de la compañía. Rocah fue elegida fiscal de distrito el pasado noviembre.

La fiscalía ha solicitado en los últimos meses los registros fiscales del club de golf y los del fisco de la ciudad de Ossining, donde tributa, para cruzar los datos y averiguar si la compañía engañó a funcionarios locales en un intento de ahorrarse parte de la contribución.

No es el primer caso contra el magnate desde que dejó la Casa Blanca, en enero pasado. La oficina del fiscal de Manhattan, Cyrus R. Vance Jr., acusó en julio a la organización y a su director financiero, Allen Weisselberg, mano derecha de Trump durante décadas, de 15 delitos graves, entre otros fraude fiscal y hurto mayor. Los fiscales determinaron que, en el marco de “una trama aplastante y audaz”, Weisselberg defraudó al fisco los impuestos relativos a 1,7 millones de dólares (unos 1,4 millones de euros] de ingresos desde marzo de 2005, al no declarar importantes pagos en especie, como apartamentos, coches de alta gama y matrículas en colegios de lujo para sus nietos. Ello permitió al ejecutivo evadir el pago de unos 900.000 dólares. No obstante, la investigación continúa y Trump sigue siendo objeto de la misma, aunque los intentos de la fiscalía de presionar a Weisselberg, que se entregó voluntariamente, para que colabore contra su jefe han resultado de momento infructuosos.

Los intentos de Trump de anular los resultados de las elecciones de noviembre en Georgia el año pasado son objeto de una investigación criminal independiente. Como ha venido haciendo desde que el magnate dejó la Casa Blanca, el emporio familiar ha rehusado pronunciarse sobre la última investigación abierta. El expresidente ha negado reiteradamente cualquier irregularidad planteada en las otras causas en curso, y atacado con saña a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, y al fiscal Vance, ambos demócratas, por liderar lo que califica de caza de brujas motivada políticamente. La fiscal de Wetchester, abiertamente crítica con el republicano, llegó a tildarle públicamente de delincuente a finales de 2019, cuando era comentarista legal de una cadena de televisión y Trump afrontaba un proceso de impeachment por la trama ucrania, un calificativo que sin duda abonará el victimismo del republicano.

El espectacular Trump National Golf Club Westchester -uno de los 16 campos de golf que la organización posee y gestiona- se levanta en un promontorio desde el que se divisa la ciudad de Nueva York y cuenta con una cascada de 30 metros de altura. Está situado en uno de los condados con mayor renta per cápita del Estado, y alberga propiedades de algunas de las grandes fortunas del país, como una finca de Bill Gates.