Nancy Pelosi Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes (Bloomberg)

WASHINGTON, D.C.- La secretaria del Tesoro, Janeth Yellen, advirtió ayer al Congreso que Estados Unidos no tendrá más flexibilidad para rebasar el techo de la deuda a partir del 18 de octubre, luego que los republicanos del Senado bloquearon un intento de los demócratas para alzar el límite del endeudamiento.

“En ese momento esperamos que el Departamento del Tesoro se quede con recursos muy limitados que se agotarán rápidamente”, advirtió Yellen a legisladores durante la audiencia de la Comisión de Banca del Senado.

“Es incierto sobre si podremos cumplir todos los compromisos de la nación después de esa fecha”, escribió Yellen, en una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Entre los primeros afectados se encuentran los pagos de 300 dólares mensuales para 30 millones de familias que dependen de la ayuda infantil y el retraso en pagos de pensiones de seguro social para 50 millones de adultos mayores. Pero el impacto podría ser mayor en la economía general toda vez que un alejamiento de los inversionistas de los instrumentos de deuda de Estados Unidos podría elevar el costo de las hipotecas y las tasas de crédito, afectando la economía en medio de la pandemia de COVID-19.

“Si no actuamos, esto puede resultar en sustanciales interrupciones a los mercados financieros conforme una elevada incertidumbre puede exacerbar la volatilidad y erosionar la confianza de los inversionistas”, dijo Yellen.

La advertencia de Yellen tuvo lugar luego de que el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConell, bloqueó un intento de último momento del líder de los demócratas, Charles Schumer, de elevar el techo de la deuda sin necesidad de contar con 60 votos republicanos.

“Simplemente permitan un voto de mayoría simple para elevar el techo de la deuda y evitar esta innecesaria catástrofe a la que nos han encaminado los republicanos”, dijo Schumer.

Sin embargo, McConnell no dio su brazo a torcer, bajo el argumento de que los demócratas sólo buscan aprobar el plan de infraestructura humana sin necesidad de los republicanos.

La nueva escaramuza entre demócratas y republicanos tiene lugar a sólo dos días de que el gobierno federal se quede sin recursos para pagar la operación de la burocracia en todo el país. A menos que logre un acuerdo en las siguientes 48 horas, Estados Unidos entra en un estado de semiparálisis el primer minuto del viernes.

El jueves será un día decisivo además porque los demócratas han programado un nuevo voto para el plan de infraestructura física por 1.2 billones de dólares, una de las dos joyas de la corona legislativa del presidente Biden, sin que cuenten por el momento con los votos suficientes para aprobar el proyecto de ley.