Visita oficial de la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, a México. (Presidencia/Presidencia)

La visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a México es una muestra de que existe voluntad y compromiso por parte de la administración del presidente Joe Biden de seguir trabajando con el país, señaló Ana López Mestre, vicepresidenta ejecutiva y directora general de American Chamber of Commerce of Mexico.

“La relación entre Estados Unidos y México es tan profunda y compleja que va más allá de la coyuntura política y algunos temas discursivos que llaman la atención y generan preocupación e incertidumbre”, dijo.

Agregó que en el sector privado se puede observar un gran apetito de aprovechar las ventajas que tiene, hoy en día, México.

“El T-MEC es una gran herramienta, pero no es suficiente, debemos prepararnos (en diversos temas) para estar listos, como es el desarrollo de talentos, mayor vinculación, homologación en temas regulatorios, coordinarnos mejor en las cadenas de suministros, entre otros temas”, indicó.

Asimismo, López Mestre señaló que para que cualquier economía crezca, debe haber un acceso seguro y competitivo a fuentes de energía, por lo que no negó que los temas energéticos han causado cierta incertidumbre en el sector empresarial estadounidense que decide invertir en México.

“Claramente es un tema donde hay una diferencia de visión, como cámara no podemos dejar de atender el tema (…), deberíamos estar pensando en (usar) energías más eficientes, menos costosas para la industria y consumidores y de mucho menor impacto ambiental”, subrayó.

Por otra parte, Mauricio Hurtado, socio director de PwC México, señaló que en los primeros 100 días de la administración del presidente Biden existe un ambiente de optimismo en el sector empresarial.

De acuerdo con un estudio realizado entre PwC y AmCham, el 80 por ciento de las empresas que tienen operaciones en México y EU consideró que las políticas públicas impulsadas por Biden tienen un impacto positivo en las perspectivas de crecimiento de sus empresas.

“Este dato refleja que el cambio en el escenario político de los Estados Unidos ha sido alentador para los negocios, a pesar de continuar en una crisis sanitaria y económica a nivel global”, señaló el directivo.

Puntualizó que este optimismo es alentador para el crecimiento de las organizaciones, particularmente luego de un año de grandes incertidumbres y redefiniciones, como lo fue 2020.

“Sin embargo, se debe tener en mente que aún se pueden presentar retos que podrían afectar las perspectivas de negocio significativamente, como lo es un aumento acelerado de la inflación tanto en países desarrollados como emergentes”, indicó.

Entre los temas clave para que las empresas que laboran en ambos países puedan prosperar este año se encuentran apoyar el bienestar de los trabajadores, contar con disponibilidad de talento con habilidades técnicas (profesionales de ingeniería, tecnologías de la información y análisis de datos), reducir las disrupciones de las cadenas de suministro y estar atentos a las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno de México (reforma laboral, austeridad republicana, industria eléctrica, entre otras).