Evelyn Salgado Pineda junto a su padre, Félix Salgado, en su primer acto de campaña en Acapulco, el 5 de mayo de 2021.CARLOS ALBERTO CARBAJAL / CUARTOSCURO

Evelyn Cecia Salgado Pineda se apoyaba en los hombros de su padre mientras llegaban las malas noticias. La candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero se le escapaba de las manos, pese a las protestas que había montado a las puertas del Instituto Nacional Electoral (INE) con cientos de sus seguidores. Era 12 de abril y la autoridad electoral dejaba al político de Morena fuera de la contienda por irregularidades en los gastos de precampaña, pese a liderar las encuestas. La decisión le volvía a arrebatar la posibilidad de ser gobernador después de otros dos intentos fallidos en 1993 y 1999. O tal vez no. Al ambicioso y veterano político todavía le quedaba un as bajo la manga. Evelyn Salgado se convertía, a un mes de las elecciones, en la candidata suplente y en la heredera de la campaña. “Arrancaron nuestros frutos, cortaron nuestras ramas, pero no pudieron matar nuestras raíces”, escribió Salgado Macedonio para anunciar el traspaso de poderes. Evelyn Salgado Pineda quedaba, desde aquel momento, con la encomienda de ser la raíz del legado de su padre y brillar con luz propia pese a la larga sombra de Félix Salgado Macedonio.

Nacida hace 39 años en Iguala, Guerrero, Salgado Pineda es la mayor de cinco hermanas. Licenciada en Derecho por la Universidad La Salle de Cuernavaca, su carrera política ha sido corta y escasa. Cuando tenía 22 años trabajó como asesora del diputado perredista Guillermo López Ruvalcaba en el Congreso de Morelos; entre 2006 y 2008, durante la presidencia municipal de su padre en Acapulco, fue nombrada presidenta del sistema de Desarrollo Integral de las Familias (DIF) municipal y actualmente, con el Gobierno del priista Héctor Astudillo, se desempeñaba como delegada de la Secretaría de la Mujer en Guerrero en la delegación del Puerto, ciudad donde reside. Aunque Salgado Pineda había manifestado su nulo interés por tomar el puesto de su padre, no dudó en desdecirse en cuanto llegó el momento. “Mi padre ha sido mi guía en la lucha social, me ha formado en valores y me ha enseñado a conducirme con honestidad. Las decisiones serán mías. Él será mi guía”, afirmó la candidata.

Félix Salgado Macedonio no puede contar con alguien más leal que su hija Evelyn. En pleno escándalo por las dos denuncias de violación y otros señalamientos de abuso y acoso sexual en contra del morenista, Salgado Pineda le ha defendido públicamente. “Es una buena persona y un buen padre de familia”, afirmó mientras era funcionaria de la Secretaría de la Mujer. Tanto ella como su equipo, conscientes de que las denuncias por violencia sexual son lo que más ha herido la reputación de su padre, se han apoderado de varias consignas feministas como el grito “Yo sí te creo”, para respaldar a la candidata en campaña. Siempre que puede, defiende la imagen amorosa de Salgado Macedonio como esposo, padre y mentor político. “El Toro tuvo pura mujer, así que es el consentido de la casa”, le dedicaba Salgado Pineda con admiración.

En su discurso, lleno de obviedades y lugares comunes, la candidata de Morena ha sabido explotar su papel como madre y como mujer joven, pero evita abordar temas espinosos como la violencia de género y el derecho de las mujeres a abortar. “Mi compromiso es con las mujeres y con nuestros aliados, los hombres, porque esto no es una lucha de mujeres contra hombres, es una lucha contra la desigualdad”, declaraba ante sus simpatizantes en el municipio de Tlapehuala, en Tierra Caliente. A diferencia de su padre, es evidente que Salgado Pineda no se siente cómoda en el escenario frente a las multitudes y prefiere leer algunas partes de su discurso, lo que le resta frescura y empatía con la gente. “La rebeldía brota de esta tierra bendita que es Tierra Caliente y la resistencia contra las injusticias la llevamos en la sangre”, pronunciaba este fin de semana. En muchas ocasiones, Salgado Macedonio, que sigue haciendo campaña aunque no sea candidato, arranca más aplausos que su propia hija.

La designación de Evelyn Salgado no ha sentado bien en algunos sectores del partido en Guerrero. Pese a que Morena encabeza las encuestas dos a uno por el efecto arrastre que tiene López Obrador, las bases no están de acuerdo con la decisión. Hasta hace unas semanas, la nueva candidata era prácticamente una desconocida para la opinión pública y los votantes. “Muchos de los compañeros creemos que no debería tratarse el asunto como una herencia consanguínea, como si fuera una monarquía”, asegura Sergio Montes, fundador de Morena en Guerrero. La falta de experiencia y vocación despierta la desconfianza en más de un 30% del partido en el Estado que no cree que Salgado Pineda vaya a gobernar después de ganar las elecciones. “No está preparada. No tiene el oficio político, ni la experiencia que te da estar en varios cargos de elección popular”, señala Montes. El exconsejero de Morena considera que Guerrero es uno de los Estados más complejos de gobernar en el país. Azotado por la violencia y la inseguridad, el 66,5% de su población vive en la pobreza, de acuerdo con el último estudio realizado por Coneval.

Las suspicacias apuntan a que su padre podría relevarla en el cargo como gobernador interino y presentarse a la reelección el próximo sexenio. Ese sería el motivo por el que el político habría rechazado la oferta de Morena de ser dirigente estatal, igual que hizo con el excandidato Raúl Morón, en Michoacán. Según los estatutos del partido, ningún alto cargo puede postular a un familiar directo a un cargo de representación. “Es obvio que está utilizando a su hija”, asegura Sergio Montes.

De acuerdo con fuentes cercanas, Félix Salgado, cual Maquiavelo en la sombra, controla la campaña de Evelyn Salgado de principio a fin. Toma las decisiones sobre qué decir, adónde ir y con quién establecer alianzas. “Ha decidido la mayoría de las candidaturas de Morena en Ayuntamientos y diputaciones, incluida la de Abelina López a la Alcaldía de Acapulco. Adela Román — actual alcaldesa — buscaba la reelección, pero él impuso a Abelina”, relata un periodista que pide no dar su nombre por miedo a represalias. “Se ha apoderado del partido y ha hecho alianzas muy poderosas con los priistas que no apoyan a Mario Moreno Arcos [el candidato oficialista]”, cuenta una militante morenista.

Sin marca personal y a escasas semanas de la cita con las urnas, el programa electoral de Evelyn Salgado es muy parecido, por no decir el mismo, que el de su padre, del que aprovecha la imagen e intenta ser su vivo reflejo. Lleva el mismo sombrero calentano que acostumbra a portar Salgado Macedonio y reproduce sus palabras en cada acto proselitista. “No mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Viva el presidente López Obrador”, remata en sus intervenciones. Todo está en el guion. Por no cambiar, no ha cambiado ni el lema de la campaña que sigue siendo: “Hay Toro”, en referencia a su progenitor, al que apodan El toro sin cerca. En esta construcción exprés de su imagen, dominada por el paternalismo y la condescendencia, la candidata ha aceptado aparecer en la boleta electoral el próximo 6 de junio con el seudónimo de La Torita, aunque nadie la llamaba así hasta la fecha. “Evelyn es inteligente, es muy sabia, muy serena, muy prudente. Ella ha sido mi consejera y está mejor preparada que yo”, señalaba Salgado Macedonio durante el primer acto de campaña de su hija.

Morena ha intentado revestir la designación de la candidata como un acto de empoderamiento femenino. Tanto el presidente nacional del partido, Mario Delgado como la secretaria general, Citlalli Hernández, defienden que la selección de Salgado Pineda se hizo a través de una encuesta donde fue la mejor valorada por los ciudadanos, pero la explicación no convence a todos. Para facilitar que los encuestados supieran de quién se trataba, la encuestadora tuvo que referirse a ella como “la hija de Félix Salgado Macedonio”. “Fue una falsedad. La pusieron a competir con dos aspirantes que no tenían ninguna posibilidad de ganar”, afirma Montes. Más allá de las polémicas de su padre, la prensa local ha publicado que Salgado Pineda arrastra las suyas propias relacionadas con el narcotráfico. La mujer está casada y separada de Alfredo Alonso, hijo de Joaquín Alonso Piedra, conocido como El Abulón, un empresario de Acapulco que fue detenido a finales de 2016 y acusado de ser operador del cártel de los Beltrán Leyva en la ciudad.

Escribía Sun Tzu en El arte de la Guerra, uno de los libros a los que hace referencia Salgado Macedonio en sus mítines, que la mejor victoria es vencer sin combatir. Una frase que el excandidato ha hecho suya en las últimas semanas. Al borde de quedar excluido de la contienda, ha sabido dominar con maña el proceso, multiplicar sus fuerzas y transformar su campaña en la campaña de su hija sin dar un paso atrás. “Ahora somos dos, un toro y una tora [sic]”. Solo ellos saben lo que significan esas palabras. A menos de un mes para las elecciones, Evelyn Salgado busca un sitio a la sombra de su padre que le permita convertirse en la primera gobernadora de Guerrero. Mientras, sigue apoyada en sus hombros.