La reforma judicial con la incorporación del ministro presidente de la Corte como eje de contención jurídica y el anuncio del líder senatorial morenista Ricardo Monreal Avila de una próxima reforma electoral integral son indicios de las últimas tendencias de votos: Morena ha comenzado a enfriarse en los ánimos porque el presidente López Obrador no está en la boleta y en consecuencia las transformaciones se usarán como banderas de campaña para estimular a los votantes.

Los últimos datos electorales aparecen contradictorios: en unas encuestas Morena aparece reproduciendo el saldo de 2018 de mayoría absoluta por sí y mayoría calificada con alianzas, pero el escenario más negativo muestra que Morena y aliados no podrían alcanzar siquiera la mayoría absoluta. A ello se agrega el hecho de que otras encuestas estarían mostrando una apatía normal del electorado ante votaciones intermedias, a pesar de las quince gubernaturas y las miles de presidencias municipales.

El dato puede tener una lectura paradójica: la confianza electoral en Morena no tendría que refrendarse en las urnas, aunque sí en las encuestas. Sin embargo, los estrategas de Morena están preocupados por los indicios de baja asistencia a las urnas. La oposición, en todo caso, carece de recursos y experiencia en organización territorial de votantes y el PRI perdió en el gobierno de Salinas de Gortari su capacidad de movilización de electores.

En este contexto, el adelanto de algunas reformas y los indicios de otras que iban a conocerse en la próxima legislatura han sido aireadas para aprovechar el ambiente electoral y poner en las campañas los temas centrales de las reformas y transformaciones del sistema/régimen/Estado de la 4ª-T. La declaración presidencial de que pondría en marcha el veto presidencial si la oposición ganaba la mayoría absoluta en la Cámara y frenara el presupuesto fue, en realidad, un escenario adelantado de lo que pudiera venir, aunque en realidad la oposición ni siquiera esté pensando en afectar los presupuestos asistencialistas.

Inclusive, el asunto de la reelección presidencial –negada y firmada por el propio presidente de la república– forma parte de los temas motivacionales para llevar a los electores a las urnas, junto con la reforma electoral, la reorganización del Instituto Electoral, las reformas eléctrica y petrolera, la profundización de la reforma educativa y la revisión de contenido de los libros de texto gratuito, entre otras.

La lista de iniciativas pendientes y en curso necesitan de forma obligatoria cuando menos la mayoría absoluta de Morena en la Cámara –por sí misma o en alianza con sus partidos satélite– y de manera ideal se buscaría la mayoría calificada –dos terceras partes de la Cámara– para modificar la Constitución sin alianzas opositoras. Por sí sola la Cámara baja no podría cambiar la Constitución porque se requiere del refrendo en el Senado donde Morena no tiene mayoría calificada y sí la absoluta. Pero un buen paso hacia el avance en curules senatoriales para el 2024 sería una mayoría de dos terceras partes en diputados.

El número y diferentes resultados de las encuestas ofrece escenarios inciertos, pero las estimaciones de Morena sí han generado algunas preocupaciones por la declinación en algunas plazas y las pugnas internas que podrían llevar a votos negados. El posicionamiento mediático de la crisis en la candidatura guerrerense de Félix Salgado Macedonio ha comenzado a tener efecto negativo en tendencias de voto en las encuestas.

De ahí la urgencia de adelantar reformas para meterlas en la campaña y concitar votos para la próxima mayoría legislativa.

Tendencias. De los estados donde la oposición ha comenzado a avanzar en elección de gobernador, Sinaloa está prendiendo focos en el tablero de Morena. La mejora electoral del candidato aliancista Mario Zamora Gastélum y el estancamiento del candidato morenista Rubén Rocha Moya ha comenzado a movilizar apoyos de grupos de poder del PRI en la entidad. Hoy los datos no indican una voltereta, pero vienen las semanas más activas. De los gobernadores priístas salientes el sinaloense Quirino Ordaz Coppel es el que está mejor posicionado y eso cuenta a la hora de compartir simpatías. El PRI local puede activar votos ante la ausencia de estructuras territorial de Morena y la labor del candidato morenista como jefe de asesores de dos gobernadores priístas.

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